Don't Touch My Baby | KV

O2

Cuando los cuatro chicos ya estaban dentro de la camioneta que les habían dejado, Hoseok arrancó hacia la mansión de Jeon, la cual se encontraba a las afueras de la ciudad, pues no quería que su novio estuviera tanto en peligro.

Hoseok paró en un semáforo.

― Baby...― le llamo Tae a Jeon, el cual volteó a verlo en seguida.

― Dime ¿necesitas algo? ¿Te sientes mal? ¿Algún hijo de puta te lastimó?.― cuestionó buscando algún tipo de raspón u algún daño físico en su rubio. Tae negó con una sonrisa, amaba que tuviera tanto cuidado con el.

Lo amaba a él. Demasiado.

― No. Te dije que estoy bien. Solo, si quero pedirte algo...― explicó con un tono endulzante en su voz. 

―  ¿Ya no te queda dinero, Bebito? ¿Quieres que te dé más?― preguntó nuevamente sacando su cartera, - la cual estaba llena de billetes y tarjetas-  entendiéndosela al rubio ― ¿ó quieres que te deposite?

El semáforo dió la luz verde y la camioneta volvió a avanzar.

― No, no, no, todavía tengo suficiente dinero, solo que... lo que quiero comprar está muy caro y no es el momento para estar de compras ― aclaró, poniéndose un cubrebocas/mascarilla negro. Jeon negó con la cabeza.

― Te compraría todo el mundo completo, mi príncipe― emitió. Y siendo sinceros, lo creía capaz,  la última vez que Jeon le dijo que le compraría algo "barato" terminó con una colección moderna de yates y una camioneta último modelo blindada. Entonces si, definitivamente si Jeon le quería comprar el mundo él lo haría sin problema alguno.― Así que solo gasta tanto como tú quieras. Siempre es el momento adecuado para que seas feliz haciendo lo que quieras.

― Pero no quiero desperdiciar tu dinero.―
Agregó Tae sonriendo bajo el cubrebocas.

―  Nada de lo que se use en tí es un desperdicio, nunca serás un desperdicio para mí, Okay? A demás, sabes bien que lo que es mío es tuyo, todo lo mío te pertenece, hasta yo mismo ― ambos sonrieron.

― Bien. Entonces me bajaré en la siguiente calle. Compraré la nueva colección de esta temporada que sacó Celine y Chanel. ― explicó emocionado, más su rostro cambió a uno de confusión cuando su novio soltó una sonora carcajada.

― Bebé, ¿a eso le llamás "caro"?.― se burló. Tae solo asintió, pues definitivamente eso era muy caro.― Eso no es nada. Puedo conseguir que tengas ropa exclusiva de esas marcas, ¿quieres? Sólo dime y hago movimientos ― preguntó. Sí, a él no le importaba el dinero, mientras su rubio estuviera contento, nada importaba.

― Me estas malcriando demasiado― renegó dulcemente.― Te lo agradezco, solo déjame gastar tu dinero en cosas que "no cuestan nada" para ti. ― Puchereo.

― No estoy "malcriandote" simplemente quiero darte todo lo que mereces. Pero esta bien, gasta tu dinero como gustes, pero... ¿En verdad no querés la exclusividad? Tendras ropa que nadie mas va a tener. ― insistió el mafioso tomandole la mano y besando sus nudillos.

― Por dios, no se que hice para merecerte. Está bien. ― bajó la tela que cubría su boca y se acercó a darle un corto y sonoro beso en los labios. — Okay, me tengo que bajar en la plaza y ya estamos cerca.

― No te bajarás solo así, no hay nadie quien te cuide de los hijos de puta que ha de haber ahí, no te pondrás en peligro.― dijo Jeon.

De momento la organización que más le preocupa era la de Seúl, liderada por  Park Bogum. Quienes al enterarse que Jeon tenía una pareja, han hecho lo imposible por quitarle a su rubio de su lado, no sabía el porqué, pero pronto lo averiguaría.