Don't Touch My Baby | KV

18

El azabache se despertó y no sintió los pequeños brazos de su novio, lo que se le hizo algo raro, ya que siempre despertaba con el castaño rodeándolo con sus piernas y brazos.

Adormilado, volteó a sus lados mirándo el cuerpo desnudo de su bebé, abrazando una almohada, alejado de él. Se acercó lentamente y empezó a besar los labios de su novio tratando de despertarlo, al ver que no daba señales de querer despertar, tiró de el labio entre sus dientes.

― ¡Auch! ― se quejo el peliazul dándole un golpesito en el pecho. ― No hagas eso, me duele.

― Siempre me has dejado hacerlo. ― renegó frunciendo el ceño. Tae se recostó en su pecho

― Sí, pero ahora me duelen demasiado los labios. 

― ¿Ah, sí, por qué? No te mordí tan fuerte, no como para que haya dolido. ― acarició el cabello azul.

― Pues resulta que anoche, un idiota se creía perro y veía mis labios como un delicioso hueso, me mordió tan fuerte, que hasta me los dejo un poco hinchados. ¿Qué debemos hacer con ese idiota? ― relató riendo. Levantó su cabeza para mirar a su novio.

― Humm ― fingió pensar ― tal vez, los mordió tanto porque son muy deliciosos. No deberías hacerle nada, porque tus labios son tan apetecibles. ― acarició los labios de Kim. Este negó.

― Aún así, debe recibir un castigo... Anoche el mismo idiota no quería dejar de enterrar el palo en el poso, aún así cuando soltó toda la leche. ― hizo un puchero. Jeon rió por las ocurrencias de su pareja. ― Creo que tengo el castigo perfecto.

― ¿Cuál es? ― pregunto aún riendo.

― El idiota ese, no va a poder enterrar el palo en el pozo durante un mes. ― dijo mientras se paraba de la cama. El azabache dejó de reír y persiguió a su novio, quien fue al baño a maquillarse.

― ¡Hey! ¡No puedes ponerle tal castigo!, ¿Sabías que se puede morir si no lo dejas jugar a enterrar el palo? ― lo abrazó por la espalda brindándole besos en el cuello y mejilla.

― ¿Te digo otra cosa que me hizo el idiota?― pregunto mirándose en el espejo, se estaba poniendo cremas en su rostro después de haberlo lavado.. Jeon hizo un sonido para que siguiera. ― Me dejó todo adolorido, eso se merece el castigo. Y aunque otras veces me gusta que me deje así, esta no era la ocasión, ya que el idiota se le olvidó que estaba herido. ― el azabache sonrió acariciando el vientre del peliazul.

― ¿Pero sabes?... el idiota quería detenerse porque estaba herido pero el chico bonito le dijo al idiota que estaba bien seguir, ya que no le dolía en absoluto. ¡Él no merece castigo!. ― relató viendo cómo su bebé se maquillaba.

― Está bien, el idiota gana, no obtendrá ese castigo. ― se volteó para darle un casto beso en los labios al más alto.

― ¡Perfecto! Eres el único qus se ve todo hermoso sin esas cosas ― se refiere al maquillaje.

― Solo es para resaltar mi belleza. ¿Te gusta como me veo con maquillaje? ― miró a su novio por el reflejo del espejo e hizo un puchero.

― Claro que me gusta, aún más cuando te pones lentillas. Cuando te veo así me dan ganas de traerte directamente a la habitación y hacerte cosas no muy respetuosas. ― mordió el lóbulo de su oído. El peliazul rió.

― ¿Tan bien me veo?

― Tan bien que me pones caliente y duro. ― lo volteó para después ponerlo en el espacio del gran lavabo. Tae enrolló sus piernas y brazos en la cintura y cuello de su hermoso novio. Miro hacia la gran erección que ya tenía el azabache.