Capítulo 3

1.3K 138 5
                                    

Naya despertó confundida viendo su habitación, recordaba haber estado en la camioneta de Sam después de la larga búsqueda de Bella Swan. Últimamente cuando se dormía en algún lugar aparecía mágicamente en su cama, Jacob la cargaba para llevarla a su dormitorio y posiblemente eso había pasado.

Sonrió para sí misma en la oscuridad recordando cuando era pequeña y su papá hacía lo mismo cuando se quedaba dormida en el sofá. Se levantó y miro su reloj, eran las cinco de la mañana, pero para su sorpresa no tenía sueño.

Salió de su cuarto para tomar una ducha, sentía su ropa húmeda y sucia, estaba entrando al baño cuando vio a su tío en la cocina parecía que no había dormido nada, pero tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—Naya que sorpresa, pensé que estarías muerta de cansancio —le dijo Billy de buen humor mientras le ofrecía una silla para sentarse.

—Ni me lo sigas yo estoy tan sorprendida como tú, ¿Cómo está, Bella? —preguntó Naya cambiando de tema.

—Está bien, no estaba herida solo está descansando—. Le dijo Billy con una sonrisa —Charlie llamó agradece mucho tut ayuda.

Naya le devolvió la sonrisa respirando aliviada, aunque sentía que no fue de mucha ayuda.

Su tío le explico brevemente los detalles que se había perdido, Naya puso atención y asentía de vez en cuando, pero no pudo evitar notar que desde que se despertó se había estado escuchado mucho ruido afuera.

—¿Qué es todo ese ruido? —preguntó cuándo su tío termino de hablar.

Su tío puso una cara rara, medio enojada y medio feliz y solo le dijo que lo siguiera, con curiosidad lo siguió afuera de la casa. El cielo seguía oscuro y a lo lejos en la playa vio una enorme fogata con gente bailando y riendo alrededor de ella.

Le dirigió una mirada confundida a su tío.

—Están festejando.

Naya no necesito más para entender, los quileute estaban celebrando que los Cullen se habían marchado. Le dio una mirada que decía "¿Es en serio?" a su tío, él solo se encogió de hombros, pero Naya vio que una sutil sonrisa estaba en su boca.

«Qué infantil» pensó Naya con un bufido mientras volvía a meterse a la casa para tomar su ducha. Como sea igual se unió al festejo una vez que se terminó de bañar.

Los siguientes meses pasaron con mucha rapidez, tanto Sam como su séquito se volvieron mucho más irritables desde que los Cullen se fueron. Marchaban por la reserva llamándose a sí mismos "protectores". Naya nunca había interactuado mucho con ellos, como la mayoría de los quiluete crecieron juntos, pero nunca fueron unidos. Mientras que Jacob parecía un cachorrito perdido siempre buscando una excusa para tratar de estar con Bella, pero parecía que la chica Swan nunca quería ver a nadie.

Para mediados de diciembre Jacob por fin se rindió y no trato de acercarse a Bella, esperando a que ella estuviera lista. Naya siguió su vida con normalidad, a veces sentía un poco de pena, por su primo y por Bella. La chica Swan había amado tanto a Edward que a su partida se puso realmente mal, sería difícil que se fijara en alguien más estando tan triste.

Igual para finales de diciembre la historia de los Cullen y la pobre Bella se olvidó y Naya paso las fiestas y año nuevo alegremente con su familia. Su madre seguía muy ocupada en el trabajo así que se mantenían comunicadas por correos electrónicos. Naya también paso mucho tiempo con su mejor amigo Seth Clearwater.

Él era más joven que ella y la única palabra para describirlo era "Sol", él siempre habido sido alguien feliz y optimista. Cuando Naya hablaba con el sentía que todo lo malo del mundo no existía.

Enamorada de el Vampiro | Alice CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora