Enamorada de el Vampiro | Alice Cullen

Capítulo 12

Naya abrió los ojos y un tartamudeó terrible se apoderó de ella.

—Yo... Tú... ¡¿Qué?! —Naya graznó sin poder formular palabra o pensamiento coherente.

—Lo siento... Tal vez no fue la mejor forma de decirlo o el momento, pero realmente necesitaba decirlo —Le respondió Alice con una cara que no supo descifrar

Naya volvió a asentir sin darle crédito a lo que estaba viviendo y por tercera ocasión en el día, su mente era un remolino de emociones. Había muchísimas cosas entrelazadas y solo logro poner en orden sus pensamientos de la siguiente forma:

1.- Apenas y la conoces.

2.- Es un vampiro, solamente quiere utilizarte.

3.- ¿Qué pensará mi familia?

4.- Esta enamorada de mí, es el mejor día de mi vida.

Alice la observaba sintiéndose más nerviosa por cada segundo que Naya pasaba en silencio. Mientras que Naya intentaba organizar lo que sentía y antes de que pudiera darse cuenta hablo sin pensar.

—¿Cómo es posible que estes enamorada de mí? Tú lo dijiste, ni siquiera me conoces —Dijo Naya, con la voz cargada de sentimiento.

—Yo solo lo sé, y entiendo que estes confundida —Comenzó Alice viéndose bastante arrepentida —Es solo qué necesitaba decírtelo, iba a explotar.

Naya guardó silencio esperando que siguiera explicando.

—Quiero conocerte, y que tú me conozcas para poder explicarte todo, pero sobre todo quiero que tú también te enamores de mi —Prosiguió Alice hablando dando énfasis en sus últimas palabras.

Ante la última parte Naya adquirió varias tonalidades de rojo en sus mejillas, a pesar de su aversión al vampiro que tenía en frente, quería creer en las palabras que parecían tan honestas.

—Gracias por tus palabras, pero... —Naya comenzó a decir antes de que fuera interrumpida.

—Lo siento, tal vez debí comenzar con esto. Seamos amigas —Dijo Alice con esperanza mientras alzaba su mano para un apretón.

Naya volvió a guardar silencio, tenía mil razones para decir que no y mientras más lo pensaba esas razones se multiplicaban, pero por un segundo decidió ignorar todo eso y hacerle caso a las mariposas que sentía al verla. Tomó la mano que le ofrecían con cuidado, sintiendo de inmediato el tacto helado de la chica.

La enorme sonrisa de Alice la volvió a deslumbrar, Naya la devolvió con cuidado (omitió el escalofrió al ver los colmillos).

—No sabes lo feliz que me pone esto —Le dijo Alice prácticamente dando saltitos de felicidad para después retirar su mano y meterla en su bolsillo tendiéndole un objeto a Naya —Toma esto.

Naya tomo el objeto, dándose cuenta que era una hoja doblada, con la letra más prolija y sub real que había visto estaba el nombre y número de Alice.

—Cómo somos amigas podemos hablar entre nosotras —Le explicó la vampira a Naya con un entusiasmo enorme. —Puedes olvidar la parte en la que estoy enamorada de ti, voy a hacer esto bien.

Parecía tan cómica la situación, Naya nunca había conocido a una persona cómo ella «¿Cómo se supone que olvide eso?» se preguntó en silencio. Parte de la ansiedad de Naya comenzó a sobre pensar toda la situación y la pequeña fantasía a la que se quería aferrar se rompió.

—Yo... realmente quiero conocerte, pero ¿Cómo se supone que funcione esto? ¿Solamente olvido que estas enamorada de mí? Eso sería demasiado cruel de mi parte ¿Y en primer lugar que es lo que... —Una ráfaga de preguntas salieron con rapidez de la boca de Naya y mientras más hablaba sentía como el aire de sus pulmones se volvía pesado.