Naya paso el resto del fin de semana haciendo otras tareas y prácticamente perdiendo el tiempo. Intento varias veces llamara y dejar mensajes a Bella, los cuales fueron ignorados. Para cuando llego el domingo por la noche la emoción y el terror de visitar una escuela llena de vampiros la invadió. Se fue a dormir muy tarde y con inquietud.
Al día siguiente se levantó antes de que empeszara a sonar su alarma, no había logrado dormir muy bien, comenzó a cambiarse con desgana. En este instante de su vida, rodeada de vampiros y hombres lobos se comenzaba a preguntar si realmente valía la pena no reprobar historia, pero al final su lado responsable gano.
Se puso unos pantalones grises junto con unas zapatillas blancas y una camisa polo del mismo color, todavía seguía tan adormilada que ni siquiera noto como su ropa le quedaba muy holgada. Inconscientemente se fajo la camisa y se puso un cinturón, apretándolo lo máximo que pudo.
Solo le faltaba algo con que abrigarse, empezó a buscar entre sus cosas cuando escucho que tocaban su puerta.
—Adelante —Dijo Naya en alto y con la voz ronca por el sueño.
Su primo entró a su habitación descuidadamente, luciendo tan adormilado como Naya, traía puesto únicamente un pantalón de pijama. No dijo nada y le lanzó algo a la cara, Naya ni siquiera tuvo tiempo de poner los brazos para evitar que chocará directamente con ella.
Se quito el objeto de su rostro con el ceño fruncido, extendió frente a ella la prenda para poder verla bien, era una sudadera negra de Jacob, tenía un círculo rojo y algunas letras blancas en el medio, Naya recordaba haberla visto puesta en su primo.
Una vez que verifico que era el objeto lo alejo de si misma haciéndole una seña a su primo con la ceja en alto, algo ofendida con la prenda.
—Usala hoy —Le dijo Jacob junto con un bostezo.
Naya le dió la misma mirada de pregunta con una ceja en alto.
—Esa escuela está llena de vampiros y no me agrada que tú estés cerca de ellos, la sudadera huele a mi—Comenzó a decirle Jacob recargandose en el marco de la puerta— Y para ellos, los cambiaformas apestamos, si la llevas puesta los mantendrá alejados.
Naya dejo escapar un breve "Oh", asintió y un segundo después se la paso por la cabeza para ponérsela. Jacob sonrió divertido cuando se la vio puesta, le quedaba enorme.
Su primo salió de su habitación con una última risa dejando a Naya sola, qué tomó una toalla para la cara y se fue al baño, comenzó lavando sus dientes para después continuar con la cara, salpicando algo de agua fría para despertarse.
Continuó lavando su cara con jabón, últimamente su piel estaba en perfecto estado y los molestos granitos con los que había lidiado se habían ido. Cuando terminó con su cara, se tomó un segundo para verse en el espejo, no solo su piel lucía bien, su rostro se veía más delgado, su mandíbula se había marcado y sus miles de pecas resaltaban. Ya no lucía como una niña, incluso parecía más grande, se veía muy bien.
Antes de que comenzará a preocuparse por el cambio tan drástico el sonido de alguien tocando la puerta la saco de sus pensamientos.
—Vamos Naya, mi papá salió en la mañana, pero no tenemos mucho tiempo —Le dijo Jacob del otro lado de la puerta con urgencia.
Naya pensó en quejarse, no se había tardado tanto en arreglarse y todavía era bastante temprano, pero Jacob ya había aceptado llevarla y no iba a perder esa opurtunidad, se guardo sus pensamientos y salió del baño.
Al salir se encontró con Jacob ya vestido y listo para irse, Naya alzó una ceja ante el atuendo de su primo. Normalmente Jacob solo usaba unos pantalones cortos junto con unas botas, pero ahora se había arreglado un poco mejor.
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Enamorada de el Vampiro | Alice Cullen
RomanceLa vida de Naya Evenson se pondrá de cabeza al llegar a la reserva de Forks para vivir con su primo Jacob, ¿Qué tan malo podría ser?, ¿Saber que existen los vampiros?, ¿Enterarse de que es una cambia formas?, ¿Enamorarse de Alice Cullen? Si, muchas...