Capítulo 15

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Naya seguía hablando con Alice, durante todas estas horas el pequeño vampiro se limito a escuchar y dar comentarios de vez en cuando. En cuanto Naya se perdió en el hilo de sus pensamientos Alice llevó la conversación, ahora sus roles invertidos.

Ahora era Naya la que escuchaba y daba comentarios, en algún momento la relajante voz de Alice comenzó a adormecerla. «No he dormido nada en más de 24 horas.» Pensó Naya distraída, intentando con todas sus fuerzas poner atención a una anécdota de 1948 que le estaba contando Alice. Sus intentos de mantenerse despierta terminaron muy rápido y cayó dormida con su celular al lado de su almohada.

Alice prosiguió hablando y solo cuando la línea permaneció sin respuesta por un tiempo prolongado pregunto suavemente.

—¿Estas ahí Naya? —

La única respuesta que recibió fue el tranquilo respirar junto con pequeños ronquidos de Naya.

—Dulces sueños —Musitó con amor Alice mientras colgaba.

Naya permaneció dormida por unas horas, hasta que el dolor en su brazo lastimado la despertó. La posición en la que había estado dormida había torcido, su de por sí ya magullado brazo. Se sentó en la cama totalmente desorientada, con la boca seca y empapada de sudor.

Se quedo en ese estado de estupor por unos minutos mientras que su cerebro se ponía al día, pero era difícil cuando solo podía concentrarse en la sensación pastosa de su boca. Se tomo unos buenos minutos tratando de ubicarse espacio-tiempo, sintiéndose un poco más funcional se levantó a la cocina por un vaso de agua.

Las persianas de su habitación estaban permanentemente cerradas (cortesía de Jake) por lo que no podría saber con seguridad que hora era, así que cuando salió de su habitación se sorprendió al ver lo oscuro que estaba afuera. Camino a la cocina con desgana, dándose cuenta que su primo estaba en la mesita a oscuras y en silencio.

—Princesa durmiente buenos días —Le dijo Jake en cuanto la vio.

"Ahgn" farfullo Naya como respuesta yendo directamente por un vaso, lo llenó al tope con agua y lo bebió de un solo movimiento, repitió esta acción otra dos veces hasta saciar su sed. Todavía seguía sudada, sus extremidades le dolían y moría de hambre.

—¿Qué hora es? ¿Dónde está mi tío? —Preguntó Naya sentándose en la mesita.

—Cerca de las 3 de la mañana, y Billy está afuera —Le respondió Jake, a su vez levantándose para tomar un plato de la encimera para después meterlo en el microondas. —Dormiste por un largo rato después de que llegaste del hospital ¿Cómo te sientes? —

El sonido que hacía el microondas comenzó a empeorar el dolor de cabeza que apenas se había dado cuenta que tenía. Guardo silencio antes de responder la pregunta, recreando los hechos en su cabeza y calificándolos.

Paso toda la madrugada anterior haciendo su trabajo de historia con Alice, excelente. En el camino a su escuela se cayó de la patineta, terrible. Fue al hospital para que le tratarán la herida, mal. Podría ver a su madre en dos semanas, excelente. Paso el resto de la tarde hablando (nuevamente) con Alice, bien. Se quedó dormida mientras hablaba con la mencionada, mal.

Ahora que por fin su cerebro se había puesto al día pudo responder de forma cansina; —Fatal —.

Naya no esperaba la reacción de su primo; al instante se puso alerta y se acerco a ella con pasos alargados. En cuanto estuvo a su lado paso su mano por su frente buscando por signos de fiebre.

—Jake, me lastime el brazo y tú estas inspeccionando mi frente —Observó Naya sin entender el comportamiento de su primo.

—Lo sé, lo sé solo estaba descartando que tuvieras fiebre —Le respondió Jacob visiblemente más relajado al notar que su temperatura era perfectamente normal, tal vez incluso algo fría.

Enamorada de el Vampiro | Alice CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora