-¿Vas a mirarte en el espejo cien mil veces? Eres peor que yo. -inquiere Leah cotilleando mi Iphone.
Pongo los ojos en blanco y me repeino con gomina un poco más.-Ethan ya, te vas a dejar el pelo hecho una fregona. -replica de nuevo.
Hago un nulo esfuerzo por creerme que voy bien, resoplo y me cruzo de brazos.
-Joder, ¿tan difícil es no parecer un vagabundo un viernes por la noche? -me quejo y me siento en mi cama.
-El truco está en creer que no lo eres. Fijate en mí. Puedo llevar la ropa más horrible y sigo pensando que voy de puta madre.
Se cruza de piernas y arquea las cejas.
-Creo que no eres el mejor ejemplo.
Leah me saca la lengua y le devuelvo una sonrisa. Me levanto y me quito una de las veinte camisas que me he probado.
Dan tres golpes secos a la puerta y ésta se abre. Aparece mi hermana Lucy, vestida con un pijama de cuadros azules y con el pelo recogido de manera que dos mechones le caen a ambos lados. Está preciosa aun con pintas de andar por casa.-Ethan venía a....Oh, Hola. -Se sonroja al darse cuenta de que Leah está en mi habitación. -Debes de ser Leah. Soy Lucy, encantada. -Dice dulcemente.
Se acerca a ella y le da dos besos. Leah se pone de pie.
-Igualmente -comenta con una sonrisa. -Tenía bastantes ganas de conocerte. Ethan me ha hablado mucho de ti.
Mi hermana se sorprende.-Sólo cosas buenas. -musita Leah rompiendo el hielo. -Pero nunca me había mencionado que fueras tan guapa.
Mi hermana se pone roja. Se coloca un mechón por detrás de la oreja y agacha la cabeza.-Mu...Muchas gracias pero... -Se queda en blanco. Lucy lleva muy mal los piropos. -Ethan venía a decirte que os subáis esta noche a la buhardilla.
Oh. Eso significa sólo una cosa.
-¿Viene Pablo? -pregunto de forma pícara.-Exacto. -dice Lucy entre carcajadas. -Bueno, sólo era eso enano, os dejo hacer vuestras cosas.
-En realidad nos estábamos preparando para salir de fiesta. - admito mirando a todas y cada una de las camisas plegadas en la cama.
-¡Oh, Dios mío! ¿Ethan de fiesta? Esto hay que grabarlo, ¿Estás enfermo? -pregunta Luch poniendo su mano sobre mi frente.
-Si. Y pensamos llegar muy tarde. -continuo.
-Uy, vale mayor. Divertíos. -Hace una pausa. -¿Os váis a Madrid? ¿Tenéis cómo ir?
-Vamos a ir en taxi. Está a diez minutos de aquí. -me siento en la cama de nuevo. - Han renovado el pub ese, ese que, si coño...
-The moon. - termina diciendo Leah.
- ¡Eso! ¡The moon! -exclamo entusiasmado. -Han juntado dos edificios y han convertido la sala de abajo en un pub-discoteca.
-Wow. -suelta mi hermana. Ella solía ir a The moon cuando no 'molaba' tanto como ahora.
-Sí, bueno, no está mal. - digo con fingida despreocupación. - En la planta de arriba han puesto una barra enorme, con billar, dardos.... -Se me acaban las maneras de hacer que parezca más guay de lo que sonaba en mi cabeza.
-¿Os van a dejar entrar? Últimamente todos los puertas se ponen super pesados con los D.N.I. -advierte Lucy.
-Soy una manitas haciendo estas cosas. - confiesa Leah algo tímida. Le ofrece a mi hermana nuestros D.N.I previamente falsificados con tinta azul.
-¡Ala! -grita mi hermana. -¡Qué fuerte, si parecen auténticos!
-Sólo tenía que cambiar el último número de la fecha de nacimiento. Tengo mucho tiempo libre. -masculla Leah quitándose parte del mérito.
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Impredecible
Teen Fiction«No me gustan las motos. Nunca me han gustado. Pero en esta vida hay que probar cosas nuevas y arriesgarse. Me arrepentí de mi decisión nada más subir.»