𝟢𝟩 | 𝖲𝖨𝖤𝖳𝖤

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—Jeno, ¿Qué es todo esto? —preguntó Jaemin por segunda vez.

El pelinegro no lo miraba, sólo se había quedado ahí, congelado sin hacer nada. Lo pensó, en serio lo hizo, quería decirle todo al menor. Quería contarle lo que sentía, lo que pensaba, todo lo que le pasaba desde hace seis años. Quería decirle pero ¿valía la pena? Se recompuso y finalmente contestó.

—Nada Jaemin ¿Qué puede ser? —se dio la vuelta y lo miró a los ojos, su mirada estaba vacía, Jaemin ya conocía esa maldita mirada. —Por ser un niño llorón y que además anda sin cuidado tuv... —el menor lo interrumpió.

—No. Jeno, no ¿Te crees que no me di cuenta cómo mirabas hacia la oscuridad esperando la salida de ese hombre lobo? —el mayor se quedó sin palabras, tragó y trató de hablar pero el rubio siguió con su discurso; —¿Tú eres el que está detrás de todo esto? ¿Detrás de todo lo que me pasa?

Jeno estaba sin palabras, estaba buscando alguna salida de todo esto pero nada parecía cruzar por su mente, no había salvatorio. Luego de unos segundos dijo;

—¿Ya lo sabías?

—Lo sospechaba. ¿Pero cómo? ¿Por qué? —el Ravenclaw estaba lleno de dudas y en serio, en serio, quería resolverlas.

El mayor río con ironía —"¿Por qué?" ¿En serio lo estás preguntando? —se acercó un poco más— Vamos Jaemin, lo sabes tan bien como yo.

Sí, lo sabía. Tal vez no con toda la seguridad del mundo, tal vez sólo lo sospechaba. Pero una pequeña idea estaba rondando por su cabeza desde ya hace tiempo. No está seguro cuánto, pero si sabía que hace bastante tenía esa idea. Se repetía constantemente "Que desees que sea real, no lo hace real", pero aún así su inconsciente soñaba con eso.

—Tal vez, pero quiero escucharlo de ti. —toda la vergüenza y timidez se le fue, la adrenalina estaba corriendo por sus venas desenfrenadamente.

—Sigues siendo igual de vanidoso... —hubo un momento de silencio y luego volvió a hablar; —Me gustas, Jaemin. Sé que ya lo sabes, es imposible que seas tan ciego.

La respiración del rubio se atascó por segunda vez en menos de diez minutos. Es decir, él sin duda lo sospechaba, pero nunca imagino que Jeno se lo diría así como así. Pensó que sería mucho más difícil sacárselo, pero cada día se sorprendía más del pelinegro. Todo el tiempo estaba guardándose cosas, haciéndose el misterioso, pero ahora le había contado así como así.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que estaba en silencio hasta que el mayor volvió a hablar; —Creo que encontré una buena forma de callarte.

—Eres insoportable, Lee.

El rubio no podía creer que Jeno jugara en un momento tan serio como este. Sí, estaba en silencio pero era porque en serio le sorprendió que lo dijera con tanta facilidad.

—Lo sé, créeme que lo sé. Y no quiero que te sientas presionado, te conté porque me preguntaste. —rascó su nuca y siguió; —Sé que te preocupan demasiado los sentimientos de los demás y no quiero que hagas eso conmigo. Soy un Slythe...

Si en la mañana le hubiesen dicho que estaría besando a Jeno en el medio del bosque prohibido luego de ver un hombre lobo, probablemente Jaemin habría llamado a psiquiatra para esa persona. Pero ahora mismo no le parecía tan loca la idea. Era bastante posible... era real.

Le dio un poco de vergüenza ya que tuvo que pararse de puntitas pero la adrenalina lo ayudó un poco. Era sólo un beso, un contacto de labios, no tan apasionado pero sí con mucho sentimiento. Al principio el pelinegro estaba como estatua, parecía que había visto al basilisco a los ojos porque la sorpresa lo había dejado petrificado. Luego de unos segundos pasó las manos por la cintura de Jaemin y lo sostuvo para que el menor no haga tanta fuerza con las puntas de sus pies.

Los labios del mayor comenzaron a moverse lentamente, y Jaemin decidió seguirlo. Jeno guiaba la hermosa danza que estaban teniendo sus labios. Los dos sentían lo mismo, sentían que al fin estaba pasando. Podrían haber seguido y seguido, pero por falta de aire decidieron separarse.

El mayor se separó de a poco, y cuando abrieron sus ojos, sonriendo vanidosamente Jaemin dijo; —Creo que yo también encontré una buena forma de callarte.

—Si lo haces por lástima... —Jeno comenzó a hablar pero fue interrumpido por el menor.

—Te has vuelto muy humilde.

—Jaemin, —dijo serio. —tal vez esto sea una broma para ti. Tal vez sea sólo algo del momento, algo que sólo sucedió. Pero yo no puedo tomármelo a la ligera. —miró para el costado bajando la mirada y luego siguió; —No te das una idea de lo que me encantaría disfrutar esto.

—Hagámoslo, disfrutémoslo.

—Sabes como son mis padres, Jaemin. No quiero meterte en ese mundo. —dijo el mayor.

El silencio invadió el bosque, el menor ya sabía todo. No era un secreto como era la familia Lee. Y Jaemin era un simple sangre sucia a los ojos de ellos.

Una duda seguía en la mente del rubio así que preguntó; —¿Cómo hiciste todo esto?

Terminó de hablar cuando se comenzaron a ver luces por todo el bosque, después de eso escuchó gritos llamándolos.

—¡Jaemin! ¡Jeno! ¡¿Están por aquí?!

Yoo Kihyun, Im Changkyun y Beomgyu aparecieron por el camino por el que lo había guiado Jeno al principio.

—¡Niños, saben que no pueden estar por aquí. Menos en noches de luna llena! —dijo Kihyun.

Ahí recién el rubio pudo notar la etapa en la que se encontraba la luna.

Jaemin también encontró algo raro en los ojos de Beomgyu, era su cara de analizar. El castaño observaba todo a su alrededor para luego procesarlo y finalmente sacar sus conclusiones, parecía una máquina.

Los llevaron por el camino hasta el castillo y allí cada profesor les hizo un interrogatorio por separado.

—Últimamente estás metido en varios problemas. —comenzó la charla, le había tocado con Kihyun. —Beomgyu nos contó que estaba preocupado por nadie te había visto desde hace algunas horas... Dime que sucedió.

Sin más le contó lo que pasó, o mejor dicho, su versión de los hechos. Contó que había entrado al bosque porque había escuchado un grito, allí se encontró con Jeno que -supuso- también había escuchado el grito y fin de la historia. Rogaba que el mayor también cuente una versión parecida.

Cuando salió de la sala, Jeno estaba a unos metros de él, caminando por el pasillo, se ve que la entrevista le salió bien. Changkyun era inteligente y muy bueno. Seguro que Jeno ya tenía ensayado lo que iba a decir, no había forma de que se librara así nomás del profesor.

—¡Hey! —se le acercó, pensó que todo estaba bien pero ni bien el mayor se dio vuelta lo encaró de mala manera.

—Jaemin ¿Cómo tengo que explicártelo? Aléjate de mi.

Su corazón se oprimió dentro de su pecho. Había sido un iluso. Pensó, o quiso pensar más bien, que tal vez algo había cambiado entre ellos. Al parecer se había equivocado. Genial, se había vuelto a equivocar.

1157 palabras

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