𝟢𝟫 | 𝖭𝖴𝖤𝖵𝖤

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Desde pequeño a Jaemin le enseñaron sobre el respeto a los demás. Como cada persona es diferente, pero eso no la hace menos. Como se pueden tener diferentes opiniones, pero nunca se debe criticar al otro por esto.

Por eso, cuando a lo largo de su vida se había cruzado con varios matones que rebajaban a los demás por algo, él los había puesto en su lugar. Obviamente a él también se lo habían hecho, pero él era una persona fuerte, o eso creía.

Ese día en la oficina del director de Hogwarts los señores Lee lo rebajaron de una manera impresionante, su corazón dolía y no podía ignorar las lágrimas que se asomaban en sus ojos.

Al llegar simplemente se habían mantenido alejados de él, como si tuviera una especie de enfermedad. No prestaba mucha atención a la conversación, pero ciertas cosas le quedaron grabadas en la mente.

"Un simple sangre sucia", "No puedo creer que mi hijo tenga que convivir con esto", "Es bastante lamentable su situación", "¿Acaso tiene derecho a hablar frente a nosotros?" y muchas cosas más que solo le generaban más y más impotencia.

Él en serio quería ignorar sus mejillas rojas por la rabia y el dolor en su pecho. No quería llorar, no podía demostrar que era débil.

Imaginaba que eran algo así ellos, pero lo que le sorprendió fue el trato que tenían con su hijo. Ni siquiera lo habían saludado al llegar. Él sabía que las relaciones entre padres e hijos eran demasiado diferentes, pero si fueran sus padres los que hubiesen venido, él hubiese saltado a saludarlos. En cambio ni bien llegaron los Lee, Jeno bajó la mirada y se notaba incómodo.

A parte de las frases hirientes hacia el menor, también rebajaban al director del colegio. "¿Cómo llegó a su puesto?" o "¿En serio mi único hijo está a cargo de usted?"

En ese momento Jaemin entendió porqué tal vez Jeno era así. Su resentimiento seguía estando, pero se había amenizado. Toda la situación le recordó una conversación que tuvo con el pelinegro un día en la Torre de Astronomía.

Llevaban unas semanas semanas hablando y el menor estaba cada día más encantado con Jeno.

"—Nunca entendí porque todo el mundo piensa que los Slytherins son malos. —dijo Jaemin.

Sí, gran parte de su vida él también había pensado lo mismo. Pero últimamente había descubierto que no conocía ningún Slytherin que sea taan malo como le habían contado. Eran de personalidad fuerte y reservada, pero no los podías tachar de malas personas solo por eso.

—No has conocido a mis padres, ellos son cien porciento Slytherins, ojalá nunca los conozcas.

—Pero ¿Por qué dices eso? —contestó, él a veces peleaba con sus padres y se enojaba, pero nunca había pensado algo como eso.

Estaban sentados hablando mientras tomaban chocolate caliente. También habían malvaviscos y caramelos que el mayor había comprado en 'Wesley & Wesley', una tienda de dulces que se hallaba en el callejón Diagon. El menor estaba contento de descubrir esa parte tan dulce de Jeno.

Aclaró su garanta y contestó; —Tenemos varias reglas, pero la principal es no juntarnos con sangre sucias. Y sí, sé que eres uno pero contigo me siento cómodo. Me dan ganas de haber nacido en otra familia para poder ser cercano a ti sin que nadie me regañe.

Jaemin no sabía que decir, su loco corazón saltaba frenético dentro de su pecho y dragones -sí, dragones- volaban como lunáticos por todo su estómago.

—Escapémonos. —no se dio cuenta de lo que había dicho hasta que Jeno lo miró con confusión y luego soltó una carcajada que hasta su profesora de adivinaciones lo había escuchado.

Protect You [Nomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora