Secretos. Parte I

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-¿Entonces, es cierto?- la amargura de esas palabras pegaron en Baek como un puño de hierro.

JongIn lo supo por la forma brutal en que el chico apretó su mano en la entrada del edificio donde vivía.

Habían salido a comprar unos helados porque la tarde era calurosa, una excusa más de Baek para pasear con él y presumirlo ante el portero y su amigo de la cafetería de la esquina. Justo frente a la construcción y pegado a la acera, había un auto negro que Baek reconoció perteneciente a la compañía familiar, apoyado en él, Suho cruzado de brazos miraba a su hermano acusadoramente.

-¿Siempre tienes que salirte con la tuya, eh? ¿No podías dejar de meterlo en tu cama, no?- de dónde salía toda esa rabia que ennegrecía el corazón del mayor de los hermanos Kim.

-Junmyeon, escucha...- intentó intervenir conciliador JongIn, había visto humedad en los ojos de Baek.

-¡Tú, desgraciado!- rugió el hombre despegándose del automóvil y encarando al amigo - ¿No había otro culo en Seúl donde meter la polla? ¿Tenía que ser en mi hermano?

-¿Dónde tienes tú un "hermano" aquí, animal?- gritó con furia Baek en medio de la acera.

Suho se paralizó en su ataque. El rostro del chico estaba rojo a punto de estallar y había lágrimas haciendo equilibrio en sus largas pestañas. JongIn se puso en medio.

Había escuchado que las peleas de aquellos dos eran de alta gama, lacerantes, mutiladoras, pero nunca las creyó del todo. Él sabía, sabía como nadie, lo mucho que Suho amaba a su hermano, nunca entendió de dónde salía ese rechazo visceral a su preferencia sexual cuando aún se consideraba su amigo sabiendo que él era gay.

-¡Tú...!- le dijo entre dientes conteniendo la furia y señalándolo con el dedo - ¡Creí que estabas en un maldito aprieto! Es la primera vez en años que no pones en tu cuenta bancaria el dinero que te envío...

-Entonces, si viniste hasta aquí a comprobarlo por ti mismo... es por que te importa... - dijo JongIn mirando a su Suho y tratando de hacer un punto para los dos hermanos.

-¡Ja!¡Ja!¡Ja! ¡Qué buen chiste!- dijo Baek pero no había una sola nota de humor en su voz mientras las lágrimas caían - Dime a qué viniste en verdad: ¿a preocuparte por mi o a traer más de ese maldito dinero tuyo?

-BaekHyun...- JongIn trató de contenerlo.

-¿Cómo te atreves, Kim Junmyeon?- le gritó el chico visiblemente afectado - ¿Cómo te atreves a insinuar que mis sentimientos son vanos caprichos? ¿Cómo puedes rebajarme de ese modo frente al hombre que me gusta? ¡Años! ¡Años de esperar una oportunidad, una sola oportunidad! ¡Eres un hipócrita hijo de puta! Fue a ti, a ti, a la primera persona a la que le confesé mi verdad... años... han pasado años... he esperado años por él... años...

Baek sollozaba incontrolablemente, temblando en medio de la acera, sin reparar en los que pasaban rápidamente a su lado alejándose de esa escena. JongIn lo abrazó, acunándolo entre sus brazos y rozando la mejilla contra su cabello con un leve "ya, ya, cálmate".

-Escúchenme bien los dos.- los señaló por turnos y habló tan serio que su voz parecía venir del inframundo - No quiero a un hijo de puta empujando en el culo de mi hermano, en un culo que yo limpié y le puse crema para que no tuviera rozaduras. No quiero a un hijo de puta jugando y destruyendo el corazón de mi mejor amigo, no lo acepto de ninguna manera. Ahora todo es muy bonito... mañana, mañana será otro día... ya veremos quién tiene razón al final...

-Tú hablas de razón cuando tu hermano habla de sentimientos... por eso no se entienden, no emplean el mismo idioma.- dijo JongIn sin enojos, alguien debía tener la cabeza fría en esta discusión - Y solo para que conste, ya que parece que lo olvidaste, amigo mío, yo también limpié sus babas, yo también limpié ese culo... porque era tu hermanito pequeño y era el sol de tus ojos...

Hyung. La espera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora