Pensamientos

13.7K 947 162
                                    

Me tensé, por un momento se me pasó por la cabeza creer que moriría allí de los nervios que me estaban carcomiendo. En serio, soy demasiado joven para morir, oh, destino cruel. Vale, creo que un poco exagero, mas en ese momento estaba realmente desesperada, me aferraría a cualquier oportunidad de escape a esa pregunta, a cualquiera, aunque fuese una chorrada. El corazón me latía a mil por hora, jamás sería capaz de pensar en el estado de shock en el que me encontraba en esos mismos momentos.

<<Vale, ¿y ahora qué me invento yo? Porras, esto me pasa por pensar en voz alta, estúpida de mí>>

Impulsos repentinos de pegarme collejas en la cabeza me vinieron. Argh...

<<¡Ya sé!>>

La idea que había aparecido en ese instante era, como suponía, una idiotez, aunque al menos serviría para salir de ese apuro. Lo que más me daba curiosidad era saber el porqué de mi estado, a ver si iba a ser verdad lo que me estaba preguntando momentos antes de que irrumpiera Miki en el baño. Hablando de Miki... deposité mi vista hacia su localización, seguía allí, impasible buscando una respuesta a su pregunta. Por fin, decidí aprovechar la táctica que se me había presentado.

-Miki, andaba diciendo mis pensamientos en voz alta, en este caso me estaba diciendo que si me había enamorado de ti por la cantidad de esmaltes tan preciosos que tienes y que yo te los robaré cuando no mires.

Vaya, hasta a mí me sorprendía que hubiera dicho eso tan seguido sin quedarme sin aire. Para que Miki se creyera más la mentira que le había dicho lancé una risa al aire, seguido por parte de Miki de una sonrisa.

-Por Dios, ¿qué andabas pensando tú, eh?.- le eché en cara burlonamente.

No me contestó y dejar en claro que terminase pronto se marchó de nuevo a su habitación. Aproveché para calmarme.

<<Uff...>>

Un momento, ¿de qué me intentaba calmar? Mi cerebro no tardó en mandarme la respuesta a eso que me estaba preguntando. En serio, ¿¡en serio!? No, no parecía una broma, mi cuerpo no dudaba en mostrármelo y todo. Realmente estaba enamorada de Miki, pero, pero... ¡tengo novio!, ¿qué hago? Bien Alice, lo mejor será que te relajes y que lo pienses con más detenimiento la próxima vez que estés en tu casa, solita y sin presiones. Sí, haría caso de esa opción, ya lo meditaría después, ahora solo debía cambiarme que ya estaba tardándome demasiado y disfrutar de la noche. Aunque... ¡¿cómo narices iba a disfrutar la noche si cada vez que aparece Miki me lo va a recordar?! Ais... bueno, ya se verá.

Salí del baño ya cambiada y llegué de nuevo hasta la habitación de mi amiga. Hablamos, reímos y después fuimos a cenar, pero en todo ese rato, seguía sintiéndome mal, hasta que llegó la hora de dormir.

Altas horas de la madrugada eran ya, por lo casual, nosotras solíamos dormir las dos en la misma cama, costumbre desde que empezamos a quedarnos a dormir en casa de una u otra, simplemente porque era más cómodo para hablar, pero creo que ahora sentía de todo menos comodidad.

Observé la cara de Miki mientras lucía dormida, me sonrojé de nuevo. ¡Mierda!, ¿acaso me veía como una acosadora? Intenté voltearme, mas mi cuerpo no cedía y me quedé en la misma posición, en frente de ella. Miki... también tenía novio, al igual que yo, por eso creo que me sentía mal, ¿qué es lo que pensaría si lograse descubrir lo que recientemente sentía por ella? ¿Asco?, ¿enfado?, ¿dejaría de hablarme?, o, ¿podría llegar a comprenderme? La última opción se contemplaba de una manera imposible, desde mi negativa perspectiva sí.

El silencio y la oscuridad predominaban en la sala, mas se podían oír los latidos frenéticos de mi corazón. Debería dormir, sí, creo que eso me aclararía los pensamientos o me abriría nuevas conclusiones para reorganizar todo esto que se me estaba ocurriendo pensar. Mañana, cuando volviese a casa, hablaría con mi novio, debería decirle que... ya no siento lo mismo. Sentiría lástima por él, pero se merece saber la verdad.

¿Amigas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora