El encuentro con Conny me había sorprendido. Con desespero esperaba al día siguiente para ir al instituto. Por algún motivo presentía que aquella extraña chica podría contestar a muchas de mis preguntas, aunque claro, todo era una mera suposición mía.
Tras una noche muy incómoda sin parar de dar vueltas en la cama, por fin, la mañana llegó. Tenía la cabeza tan sumergida en mi mundo que apenas hablé con Miki en el camino al instituto, aquello extrañó a esta, pero no me comentó nada. Sospechaba que Miki también estaba en una actitud no muy común en ella, durante todo el tiempo había contenido una mirada distraída y apenas había hablado. No le pregunté qué le pasaba, simplemente porque me daba temor que no me contestara, puesto que no veía ánimo en ella para hablar.
En el trayecto lo único que fue capaz de sacarme de mi mente fue la larga melena de Conny, que justo pasaba en frente de mí para comenzar a entrar por la puerta del instituto. Intenté alcanzarla olvidando todo lo de mi alrededor, entonces justo choqué contra una chica, que cayó al suelo murmurando maldiciones. Alzó la vista y me miró.
- Oye, ¡a ver si miramos por donde vamos!- dijo esta volviéndose a levantar del suelo.
- Lo siento.- mi voz sonaba ausente, estaba demasiado concentrada buscando a Conny.
Salí de allí casi sin querer, perseguida por la mirada desconcertante de la chica que había caído al suelo, pero de nuevo, perdí la pista de Conny.
''Tal vez sea mejor esperar al final de las clases. ‘‘
Y con ese pensamiento me fui de allí para ir a mi clase.
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Durante todas las clases me quedé observando a Conny. Esta parecía no haberse enterado de mi presencia o la ignoraba, pues miraba por la ventana sin prestar atención a nada. Realmente no entendía la manera de actuar de ella, si no le fuera a decir nada, ¿actuaría como si no hubiera pasado nada?
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El timbre tocó, dando fin a las clases y comenzando con las actividades de los clubs. Decían que Conny estaba apuntada al club de literatura, decidí aferrarme a esa posibilidad y me encaminé al club de atletismo.Me costó centrarme en correr, y con ello me llevé unas cuantas reprimendas por parte de la capitana, comentandome si algo me pasaba que estaba en actitud ausente, le contesté con un ''No'' seco y me encaminé a las duchas.
Lista ya fui a la clase, donde empezaba a salir gente para volver a sus casas. Para mi sorpresa y alegría, Conny se encontraba entre los presentes, en su pupitre ordenando su mochila. Dirigí unas miradas a mi alrededor, pero ya no había nadie así que, decidida, fui hasta Conny.
- Bien, ¿me quieres explicar a qué vino lo del otro día?
La chica me miró indiferente y comenzó a hablar:
- ¿Crees que no sé qué te gusta Miki? Con lo que se te nota.
Aquello me enrojeció un poco, pero seguí sin achantarme.
- Aun así, ¿cómo sabes que tengo dudas?
Suspiró.
- Desde que me di cuenta el día en que saliste de clase a la enfermería te he estado observando, es normal que lo sepa, cada vez que miras a tu amiga apartas la vista como si algo te molestara.
- No hay nada que me moleste.- mentí.
- ¿Ah, no?
Conny me penetraba con la mirada, como si conociera todas las mentiras que iba a decir, su actitud superior hacía que perdiera los nervios.
- No.
Con aquella respuesta confirmé la teoría de Conny, ya que mi voz había temblado ligeramente y esto había bastado para que la chica sonriera triunfante. Después me quedé de piedra al ver como posaba sus labios en los míos, dando paso a un pequeño y delicado beso. Aquella acción me enfureció.
- Dime, ¿no te ha molestado esto?- preguntó.