Enamorarse es estúpido

Capítulo 16: No tan distintos

Después de recaudar todas las apuestas que las personas que vienen aquí hacen; y cabe recalcar que la mayoría apostó por el dichoso Pain que aún no lo he visto por ninguna parte, Hunter y Peter vinieron por mí para que pueda ver la pelea que va empezar en unos minutos. Pain va a ser el que peleé primero contra el que según los demás es el mejor peleador de este lugar, creo que su nombre si mal no recuerdo es Snake. Cam sigue igual de perdido junto al nuevo. 

Ahora mis amigos y yo nos encontramos escuchando los gritos de la gente mientras esperamos que los que van a pelear salgan al ring. Estoy apoyada en mis codos en una barra que separa al público del ring. Posiblemente son unos 5 0 6 metros los que nos separan de ahí. Hunter está a mi izquierda hablando por teléfono con su madre o eso es lo que creo yo por lo que escucho de  él. Peter en cambio está viendo a todos lados como un loco desesperado por lo que supongo busca a Cameron, ya que si no salen de una vez la gente enloquecerá y además el otro contrincante ya está llegando al ring y los otros dos que faltan no aparecen. Cameron Morgan es como el jefe de todo este lugar, programa las peleas, busca personas que quieran hacerlo o simplemente ellas vienen a él. Pero Cam, en sí es una buena persona no es nada parecido a como los estereotipos dicen acerca de los dueños de estos lugares. . Él trata bien a sus peleadores y a los que trabajan para él, excepto si ellos hacen algo que a mi amigo no le agrade para nada.

Ya cansada de estar esperando, me vuelvo hacia Peter que ahora está en su celular con el ceño fruncido viendo la pantalla de éste.

—¿Porqué Cameron se demora tanto?— pregunto a mi amigo de ojos grises. Él levanta la mirada y guarda su teléfono en el bolsillo de sus jeans.

—No lo sé, chaparra. Tal vez esté dándole algunos consejos a Pain pero no creo, porque el realmente es muy bueno en esto.— responde girando su cabeza para ver algo que está detrás de mí.

Confundida por el movimiento que hace y movida por la curiosidad veo a donde el también lo está haciendo y lo que encuentro a es a el otro espécimen masculino más guapo que he visto en mi corta vida. Alto, cabello negro, ojos grises, barba bien cuidada que realmente le queda, mandíbula y músculos definidos, cuerpo de dios griego y por supuesto dueño de este lugar que como su nombre lo dice es el Olimpo. Mi amigo, Cameron Sexy Morgan. O eso es lo que dicen las chicas de por aquí. Porque para mí es como un hermano y para él también soy su hermanita menor, así que estoy bien con eso. 

Sonrío mostrando mi hoyuelo y él también lo hace al verme aunque primero se sorprende pero al instante me abre sus brazos y me hace una seña para que camine hacia él. Yo, contenta lo hago. Cuando llego me abraza fuerte y hago lo mismo con mi pequeño cuerpo apretujado por el suyo. Me rio cuando me alza y da vueltas por el aire. Me deja en piso una vez termina de darme vueltas y sonríe solo como el sabe hacerlo.

—Te extrañe, pequeña loca— me dice envolviéndome en sus brazos otra vez.

—Yo también, Cam— digo feliz de verlo y de estar nuevamente con estos tres tarados de nuevo.

—Vaya, veo que me reemplazaste muy rápido, pequeña ingrata— exclama Hunter llevándose una mano al pecho fingiendo estar dolido por esto.—Solo estuve dos minutos en el teléfono y te recuentro con otro y lo peor de todo...— hace una pausa para tomar air dramáticamente mientras ruedo los ojos y los otros dos hacen lo mismo— ¿sabes qué es lo peor de todo, Peter? Se estaban abrazando en mis narices y eso... eso duele, amigo.— finge llorar y Cameron avanza hacia él para darle un golpe en la cabeza para que se calle. Este se queja y le saca la lengua al pelinegro.

Peter se ríe negando con la cabeza y yo sonrío viéndolos pelear como niños pequeños. 

—Que bueno tenerte de nuevo por aquí, Brooke— habla Cam llevando mi atención a él.