Enamorarse es estúpido

Capítulo 2: ¡¿Quién es ese?! ¡¿Cole Sprouse?!

Las siguientes dos horas de clases, paso sumida en el mar de pensamientos que hay dentro de mi cabeza en este mismo instante. ¿Qué pienso? Pues... pienso sobre todo. Sobre mi familia, que ahora ya no está muy presente en mi vida y la mayoría del tiempo solo paso con Blake; mis amigos; que están incondicionalmente cuando los necesito, mis miedos, mis inseguridades y especialmente en mi futuro. A veces creo que sería bueno alejarme un tiempo de aquí, para así poder ver el mundo por mis propios miedos. Nunca he ido a fiestas o a algún lugar donde pueda dejarme llevar y ser yo misma. Las personas dicen que en la universidad descubres quien eres en realidad, te conoces más a ti mismo, haces nuevas amistades, que tal vez durarán o tal vez no l hagan, y por último dicen que las relaciones de instituto no pueden durar ahí y que se acaban en un abrir y cerrar de ojos. 

Por suerte para mí, vivo en una completa y feliz soltería, o sea que eso no es algo por lo que deba preocuparme. Pensándolo mejor ni siquiera sé porque estoy pensando en eso. Bueno sigamos con mi hilo de pensamientos acerca de mi asquerosamente interesante futuro. En fin, no sé si esas cosas me podrán pasar a mí en cuanto me vaya a Yale, la universidad por la que tanto me estoy matando trabajando y esforzando por ingresar. Digamos que no soy muy sociable a diferencia de mis hermanos y amigos, cosa que cuando intento serlo, me pongo muuuy nerviosa. Creo que hasta que ese momento llegué me concentraré en mi presente.

Jessie, Abby, Nick y yo compartimos juntos la clase de Matemáticas, esa es en la única que estamos todos unidos. En las otras clases, solo coincido con Abby o Jessie. Oh, pero en Química si coincido con Nick. Por suerte con Blake no comparto ninguna clase. No digo que no quiera a mi hermano pero simplemente a veces puede llegar a ser un poco...insoportable. 

Regresando a lo que nos compete, estamos sentados esperando al señor Cooper, nuestro profesor de esta hermosa materia, nótese el sarcasmo en esto por favor. En esta hora Abby se sienta en frente mío, pero hasta que Cooper llegué está sentada conmigo y, Jessie y Nick se sientan detrás de mí. Estaba tan hundida en mis pensamientos, mientras balanceaba mi bolígrafo entre mis dedos, que me sorprendió el codazo que Abby me dio en mis costillas.

Me giro rápidamente hacia ella y la fulmino con la mirada. 

—¡OYE! — le espeto a mi amiga la estudiosa Brown, que parece que está un poco sonrojada. 

Me corrijo. Está demasiado sonrojada. 

Me quedo observándola con una ceja levantada, ya que se quedo muda por alguna razón que totalmente desconozco. Solo sé que le brillan los ojos como nunca antes los he visto brillar. Tiene la mirada dirigida hacia la parte trasera de donde me encuentro yo — o sea hacia la puerta del aula — pero no tengo ganas de ver que tanto mira. En el momento que le iba a preguntar que le ocurre, escucho la voz del señor Cooper.

—Buenos días, chicos- nos dice con una enorme sonrisa en el rostro mientras entra al aula. 

Todos respondemos con un muy desanimado "Buenos días". 

Mientras él colocaba sus cosas en su escritorio yo volví mi atención a Abby, a la cual parece que ya le bajo un poco su repentino sonrojado. 

—Abs, ¿estás bien? — le pregunto pero viendo que sigue sin responder me giro para preguntarle a Jessie — Jess, ¿sabes qué le ocurre a Abby?

—Ni idea — me responde sin quitar la mirada de su libro.

—A mí ni me mires, Brooke. No sé que rayos le pasa a la pequeña Einstein hoy.— dice Nick antes de que pueda preguntarle algo o incluso mirarlo.

—Ni siquiera te iba a preguntar a ti, Nicky — le digo frunciendo el ceño.

—Sí, Brooke, te creo — dice utilizando el sarcasmo en su voz.