Capítulo 19: Sonrisas por aquí, sonrisas por allá

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Logan

Te gusta y estás loco por ella.

Esas fueron las palabras que dijo Gabriel cuando le conté lo que pasó hace dos meses con Brooke la noche en la que nos enteramos que ella también va al Olimpo. Oh, y también me dijo que era un imbécil por tratar de evadir aquel magnífico beso con Brooke e ignorarla durante esos dos meses. Además, dijo que si no hacía algo me arrepentiría y tal vez, solo tal vez diga la verdad cuando dice que me gusta la chica de ojos chocolate. Y aunque hasta las últimas semanas lo negaba completamente, debo decir que esa chica más que gustar, me encanta, pero no quiero hundirla conmigo en mis mierdas.

Ella se merece mucho más. No a un chico que participa en peleas clandestinas para poder tratar sus problemas y poder sobrellevar una vida en la que finge estar bien cuando no lo está. No un chico que sonríe para no mostrar todo lo que pasó antes de que llegase a ese lugar en donde encontró a una preciosa chica de ojos chocolate que lo trae locamente jodido por ella. 

Tengo miedo. Todas las personas lo tienen en algún punto de su vida. Mi miedo ahora es que si le digo por lo que pasé ella se aleje y no quiero eso. Me encanta estar a su lado. Sentir su presencia, su delicioso olor y deleitarme viendo ese hoyuelo en su mejilla izquierda cada vez que sonríe. Le dije que el amor para mí era como un juego, y yo no quiero perder con ella. Quiero ganar a pesar de que nunca recibí algo como eso, o al menos no lo recuerdo. 

Hay momentos en los que me vengo abajo de nuevo y ya no quiero pasar por eso. Es jodidamente difícil a veces estar solo cuando ocurren esos episodios. Me hundo en ese maldito hoyo negro tan profundamente que puedo pasar días encerrado en el departamento que mis abuelos me regalaron cuando llegué a la ciudad, pero no uso por pasar tiempo con Tess, y no es hasta cuando mis abuelos me vienen a ver con mi hermanita y ella logra sacarme de ahí con una sonrisa por las tonterías que dice. También, a veces es Gabriel quien viene y solo se sienta conmigo mientras me da un cigarro para fumarlo junto a él.

En fin, Gabriel me aconsejó que deje de ignorar a Brooke y hable con ella sobre el beso que me hizo sentir de todo en mi cuerpo. Digamos que soy un estúpido cobarde, porque en vez de hablarlo personalmente decidí mandarle un mensaje, o bueno varios mensajes, que dieron paso a que mi pequeño panqueque me bloqueara. Y cuando al siguiente día quiero hablar con ella en persona, resulta que me encuentro a un niño bonito que solo muestra sonrisas por aquí, sonrisas por allá, viéndola como un bobo y no, no estoy celoso.

Sí, lo estás estúpido. 

Ok, tal vez sí, pero no lo voy a admitir en voz alta. 

Pero creo que la cagué más con Brooke, porque podría ser que le dije a sonrisitas que era mi novia y pues justo ahora la chica que me trae loco está matándome literalmente con la mirada. 

Bueno, fue una vida de mierda, pero al menos la conocí a ella.

Salgo de mis pensamientos cuando Blake grita:

— ¡¿Qué tú y mi hermana que?! 

Trago saliva viendo como todos están con las bocas abiertas — todos menos Gabriel que solo niega con la cabeza y me da esa mirada de lo jodiste todo, hermano — y Brooke se levanta lentamente del suelo para venir hasta mí, verme como si estuviera loco y darme un fuerte golpe en el hombro.

Dios, esta chica sí que tiene la mano pesada. 

— ¿Qué dijiste? — masculla por lo bajo a la vez que paso la mano por mi hombro.

Sonrío con inocencia cuando la miro directamente a los ojos, me acerco más a ella e inclino la cabeza a su oído rozando su lóbulo con mis labios. 

Enamorarse es estúpidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora