Capítulo 3

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— ¿Por qué lo citaste? — interroga Kihyun a Hyunwoo.

Los reyes decidieron tomar un respiro yendo a ver el salón, ya que esperan la visita del rey Jaebum, soberano de un reino vecino. Sin embargo, la existencia de Hyungwon ha dado una idea al rey Hyunwoo.

— ¿Viste el rostro del sireno? — pregunta Hyunwoo.

— ¿Qué intentas decir? — reclama Kihyun alzando una ceja.

— Oh, pero no es tan hermoso como tú. A lo poco que hemos conocido de los humanos, ellos suelen fijarse mucho en el físico.

— ¿Sugieres que sea el elegido para el diálogo?

— Así es. Manda a Serim a que busque a Rigyu y quiero que los dos estén aquí cuanto antes.

— De acuerdo, confío en ti.

Kihyun no tarda en encontrar a Serim, y una vez que los cuatro están reunidos en la sala del trono, Hyunwoo aprovecha para adelantarle el plan al consejero y al alquimista.

— Majestad, con todo respeto, creo que su idea es un poco disparatada — comenta Serim.

— En realidad es una excelente idea — defiende el consorte. — Te ahorra el trabajo.

— Yo también creo que es una buena idea; pero la fórmula aún no está completamente desarrollada — expresa Rigyu.

— ¿Y es peligrosa? — pregunta Serim, sintiéndose un poco intimidado y tornándose cooperativo.

— No, no lo es. La probé con una voluntaria y se encuentra bien. La fórmula no es tan resistente al agua salada, así que mientras estaba en tierra firme todo tranquilo, pero cuando entró al mar, recobró su forma de sirena — explica.

— ¿Cómo creas una fórmula en el mar que no resiste a éste? — Kihyun expone su confusión, el alquimista se limita a alzar los hombros.

— Minhyuk y Hyungwon han llegado — anuncia el mensajero, interrumpiendo sin querer.

— Hágalos pasar — espeta el rey.

El par de sirenos entra con timidez, pero Hyunwoo les sonríe para que entren en confianza.

— Bienvenidos — saluda el soberano.

— Gracias — responde Minhyuk alegremente al ver que Hyungwon está extremadamente nervioso. Los presentes ven con buenos ojos al chico.

— No daré muchos rodeos. Hyungwon, ¿qué sabes sobre los humanos?  interroga el rey.

— Bueno... — inicia Hyungwon, con mucha confusión. — Los humanos son criaturas terrestres. Son extraños; tienen similitudes a nosotros, pero a la vez son tan diferentes.

— ¿No les tienes miedo? — esta vez es Serim quien pregunta.

— Para nada. Alguien una vez me dijo que no había nada qué temer — responde Hyungwon. — ¿Puedo saber por qué estoy aquí? — se atreve a indagar.

— Te explicaré: necesitamos que vayas con los humanos — suelta Hyunwoo, causando una enorme sorpresa en Hyungwon. — Los humanos suelen fijarse mucho en la belleza física — explica el rey. Kihyun toma su mano para recordarle su presencia.

— Y necesitamos que hables con ellos — afirma el consorte.

— Pero yo... — intenta protestar.

— Escucha: la pesca está arrasando con cantidades enormes. Entiendo que los humanos son omnívoros y comen peces, pero es demasiado. Necesito que los convenzas de reducir los volúmenes de pesca — aclara el rey. — Y claro, por tu noble acto se te concederá una medalla condecorativa y una recompensa económica — agrega a modo de persuasión.

Sirenito (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora