CAPÍTULO 20: SOMBRAS DEL PASADO
Las semanas pasaron hasta que llegó el quinto mes de embarazo. A Kurt ya se le notaba el embarazo porque tenía bastante tripa. Al ser dos los bebés, era más abultada de lo habitual para ese momento del embarazo. Ya sabían que iban a ser dos niñas y ya habían elegido hasta los nombres, Elizabeth, como la madre biológica del castaño, y Amanda.
Kurt, Blaine y Cooper paseaban juntos por las calles de Lima. No tenían mucho que hacer, simplemente caminaban porque el médico se le había recomendado al castaño. Los dos adultos iban de la mano mientras el niño estaba al lado del castaño, atento a cualquier gesto de éste por si tenía molestias o dolor. No quería que le pasara nada a sus sobrinos.
De repente, el ojimiel agarró a su hermano y lo puso entre su novio y él. Estaba mirando hacia el frente y su expresión se había endurecido. Parecía dolido y molesto.
– Kurt... Por favor, llévate a Cooper de aquí. Llama a Sam y dile que ha llegado el momento. Él se encargará de todo. – La seriedad del mayor de los Anderson asustó a los otros dos.
– ¿Qué pasa? – El castaño preguntó pero la respuesta vino del pequeño.
– ¿Papá? – El menor susurró, haciendo que Hummel abriera los ojos como platos, sorprendido de lo que acababa de escuchar. Un hombre se acercaba a ellos desde la distancia.
– Kurt, por favor... Os quiero a los dos lejos de él. – Blaine suplicó.
– No te voy a dejar solo con él. – El mayor afirmó con convicción.
– No te preocupes por mí. Vete. – El moreno acabó empujando a su pareja para que se alejara. Cooper entendió pronto la situación y, aunque no quería dejar a su hermano solo, sabía que tenía que sacar a Hummel de allí. El castaño se sintió mal porque no había podido siquiera darle un beso de despedida.
Cooper y Kurt caminaron hasta que estuvieron lo suficientemente lejos como para estar seguros de que el padre del menor no los veía o podría encontrarlos con facilidad. Hummel sacó su teléfono y realizó la llamada que le había pedido su novio.
– Hola.
– Sam, Blaine me ha pedido que te llame. Su padre está aquí. Cooper está conmigo. – Instintivamente, el mayor puso su mano en el hombro del niño para acercarlo más a su cuerpo.
– ¿Dónde estáis? – Era evidente que el rubio estaba nervioso.
– ¿Qué pasa? – Vicky miró a su pareja con el ceño fruncido. Se había levantado y se estaba cogiendo su móvil, llaves y cartera. Estaban en el apartamento de Evans, pasando una tarde tranquila.
– El padre de Blaine está aquí. Tengo que ir a buscar a Cooper y Kurt. – Sam explicó mientras cogía su chaqueta.
– Voy contigo. – La castaña se levantó para acompañarlo.
– ¡No! El padre de Blaine es un monstruo. No quiero que estés cerca de él. Por favor, vete a tu casa y quédate allí. Yo te llamaré. O Kurt, él también puede llamarte, depende de como se desarrollen las cosas. – El rubio comentó.
– No me voy a quedar esperando mientras Blaine, Cooper, Kurt y tú estáis en peligro. Son tu familia y por eso también son la mía. Así que deja de protegerme y acepta que yo puedo ayudar. No seas machista. – La joven comentó.
– No es justo, no puedes usar la carta del machismo. Sólo quiero protegerte. Ésto es muy peligroso. – El ojiverde acarició la cara de su chica.
– Déjame ayudar. Por favor. – La dependienta suplicó haciendo un puchero.
– Está bien pero si te digo que te vayas con Cooper y Kurt, lo harás. ¿Entendido?
Vicky asintió porque era la condición para poder ir con él. Sin embargo, no tenía ninguna intención de hacer lo que le había pedido. Ella estaría junto a Sam pasara lo que pasase.
Sam y Vicky llegaron al lugar donde Kurt y Cooper estaban esperándolos. Nada más llegar, el más alto cogió en brazos al niño y miró a los otros dos. Estaba muy serio y sobre todo, preocupado.
– Quiero que sepáis que esto puede ser delito. Si descubren que sabemos que Blaine se llevó a Cooper podrían acusarnos de ser cómplices. – El rubio explicó.
– No me importa. – El castaño comentó.
– Estamos todos en esto. – La castaña se puso al lado de su jefe.
– Blaine y yo habíamos pensado en esta posibilidad. Tenemos un plan preparado. Quiero que, pase lo que pase, hagáis lo que Blaine o yo os digamos. Sin protestar. – El ojiverde exigió y tanto los otros dos adultos como el pequeño asintieron.
Kurt, Cooper, Sam y Vicky entraron en la habitación de un Motel de la ciudad. El pequeño estaba asustado y se abrazaba a Evans con fuerza. Quería mucho a los otros dos pero el rubio había sido su única familia durante años y sabía que él sólo quería lo mejor para su hermano y para él. Sin embargo, Hummel se entristeció un poco. Él había estado cuidando del niño un tiempo y lo quería mucho, por lo que se sentía algo decepcionado de que se refugiara en los brazos del ojiverde.
– ¿Qué hacemos aquí? – La joven preguntó mirando a su novio.
– Tenemos que esperar a Blaine. Cuando crea que es seguro, vendrá aquí. Si mañana a las doce no ha llegado, Cooper y yo nos iremos de aquí. – Sam respondió.
– Yo iré contigo. – La chica se sentó a su lado.
– Escuchadme los dos. Tenéis futuro, tenéis una vida y ni Blaine ni yo nos sentiríamos cómodos haciendo que la arriesguéis. – El rubio no iba a ceder.
– Yo no quiero irme de aquí. – Anderson habló por primera vez. – Tampoco quiero dejar a Blaine solo. Sam, vamos a buscarlo. Papá puede estar haciéndole daño...
– Coop, mírame. – El más alto sujetó dulcemente la cara del niño para que lo mirase. – Quiero tanto como tú que Blaine esté bien. Sin embargo, él ha hecho todo ésto para protegerte a ti y lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que tú estés bien. No queremos que se haya arriesgado para nada, ¿no?
El pequeño asintió y comenzó a llorar. Tenía miedo por si su padre pegaba a su hermano, o peor aún, le hacía aquello que vio cuando estaba escondido y que todavía no entendía. Kurt se sentó en la cama y abrió los brazos para que el niño lo abrazara.
– El plan está bien pero tal vez Kurt o yo podríamos ir a buscar a Blaine. Sólo tendríamos que venir antes de las doce de mañana para poder unirnos al grupo de huida si fuera necesario. Tal vez Blaine necesite ayuda y podamos ser útiles. – Vicky comentó.
– ¡No! ¡Definitivamente no! El padre de Blaine es un monstruo y si os encuentra os haría mucho daño. Además, es posible que Blaine llegue en algún momento y tenga que salir huyendo lo más rápido posible por lo que tenéis que estar aquí para que al menos se pueda despedir de nosotros. – Evans añadió.
La noche en el motel había sido mala. Kurt había estado muy nervioso y las niñas lo habían notado, por lo que se habían movido más de lo habitual. Cooper apenas había dormido y no había parado de llorar, cuanto más tiempo pasaba, más preocupado por su hermano estaba. Sam había pasado toda la noche asomado a la ventana vigilando quién entraba y salía de allí, esperando encontrar a Blaine entre alguna de las personas que llegaban al lugar. Vicky no sabía que hacer, estaba nerviosa pero sobre todo temía que el mayor de los Anderson no llegara. ¿Qué pasaría con Cooper? ¿Lo volverían a llevar con su padre o su pareja se adelantaría y huirían dejándolos a Hummel y ella allí?
Evans se levantó de su asiento y empezó a recoger todas las cosas que habían usado, faltaban diez minutos para las doce y él ya estaba mentalizado para huir con el menor.
– Tenemos que esperar un poco más. Por favor, Sam. No podemos irnos sin Blaine... – Kurt suplicó.
– No voy a arriesgarme a que la policía o el señor Anderson nos encuentre...
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Amor o Pasión (Glee Fanfic boyxboy)
RandomKurt está a punto de casarse con Adam y sus amigos, Rachel y Sebastian le preparan una despedida de soltero con un "chico de compañía" que cambiará la manera en la que Kurt percibe el mundo...