CAPÍTULO 3: BLAINE ANDERSON
Kurt llegó a Lima después de su luna de miel, su piel estaba de un tono rosado ya que para él era casi imposible ponerse moreno. Sin embargo, una semana bajo el sol de Hawai había conseguido quemar su piel a pesar de todo el protector y el After Sun que había utilizado durante las vacaciones. Al llegar a su apartamento puso la lavadora y recogió todos los productos que se habían llevado al viaje.
– Me voy. – Adam informó.
– ¿Qué? Acabamos de llegar a casa. – Protestó el castaño.
– He quedado con los chicos para salir un rato. No me esperes a cenar, llegaré tarde.
El rubio le dio un beso a su esposo antes de salir de allí a toda prisa. Hummel se cruzó de brazos enfadado por lo que acababa de pasar. Sin embargo, decidió que no sería un amargado que se quedaría esperando a que su marido llegara de fiesta, por eso metió la ropa a la secadora en cuanto acabó de lavarse y se fue a casa de su padre.
***
Nada más escuchar que se abría la puerta, Finn dejó la galleta que estaba comiendo para correr a abrazar a su hermano. A sus diez años admiraba y quería al mayor, quería parecerse a él. Siempre habían estado unidos a pesar de no compartir la misma madre. Sin embargo, sí tenían el mismo padre.
– Hola enano. ¿Has crecido otra vez? ¡Dentro de poco no te voy a poder llamar enano! Si sigues creciendo así serás más alto que yo. – Kurt sonrió a su hermano.
– ¿Qué tal el viaje? ¿Ha venido Adam? – El menor preguntó.
– No, Adam no ha venido. Y te traigo un regalo. – El ojiazul levantó una bolsa que llevaba en su mano para entregársela a su hermano que la cogió y sacó un balón de fútbol.
– ¡Gracias! Es genial. – El niño botó la pelota en el suelo. – ¿Vendrás mañana a buscarme al cole? Mamá no puede y está buscando a alguien, pero tú me puedes ir a buscar, ¿Verdad?
– Claro que sí.
– Tendrás que hablar con la señora Puckerman y la señora Anderson. Vamos a hacer una fiesta en casa el viernes por mi cumpleaños y vamos a invitarlos a dormir. Se lo íbamos a decir mañana. ¿Se lo dirás tú?
– Seguro que las convenzo, nadie puede resistirse a mis encantos.
– ¡Kurt! – Una mujer exclamó mientras bajaba unas escaleras.
– Carole. – El castaño sonrió hacia su madrastra. La mujer se casó con su padre hacía doce años. Para él era casi como una madre ya que la suya murió cuando él tenía cinco años.
– ¿Qué tal la luna de miel? – La señora Hummel cuestionó.
– Bien, hemos tomado el sol, practicado deportes acuáticos... Lo habitual.
La madrastra lo miró extrañada. Lo habitual en una luna de miel no era eso, lo que solía hacerse era algo más romántico, cenas a la luz de la luna, paseos, flores... O cosas más sexuales. Sin embargo, eso no le extrañaba. Adam era diferente, nada detallista, aburrido y descuidaba a su hijo. Le habría encantado que no se casaran pero conocía al joven lo suficiente como para saber que nada le haría cambiar de opinión.
***
Después de una agradable charla con su madrastra, Kurt se fue a casa de Sebastian. Rachel estaba en Nueva York y él pasaría la noche con su mejor amigo. Irían a cenar y luego harían algo, si Adam llegaría tarde, el castaño planeaba llegar aun más tarde.
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Amor o Pasión (Glee Fanfic boyxboy)
De TodoKurt está a punto de casarse con Adam y sus amigos, Rachel y Sebastian le preparan una despedida de soltero con un "chico de compañía" que cambiará la manera en la que Kurt percibe el mundo...