Poemas de un Alma Rota

Libertad será mi amada

Él:
Me gustaría que me dijeras
después de hacer el amor
que estás enamorada,
aunque no creas en esas cosas.

Que mi poesía te seduce,
que mi prosa te conduce
a batallar en tu cabeza
sobre si deberías o no
darle una oportunidad al amor.

Yo tampoco creo en él,
menos después de tantas decepciones.
Sin embargo, una parte de mí
se equivocaría, de nuevo,
y a propósito... Contigo.

Ella:
Fluye por mi anatomía sangre fría.
No busco compañía,
la soledad es mi única amiga.
Mi cuerpo abusado ante ti no será mostrado.

No volvere a permitir enamorarme
cuando sé que al final vas a marcharte.
Los primeros besos arden como el fuego
para al final ser tú la ceniza en el cenicero.
Está vez no quiero, no puedo.

Él:
Me gusta tu lado frío,
que me pongas piedras en el camino.
Porque siempre lo sencillo acaba en nada,
porque así disfruto más cuando consigo llevarte a la cama.

Podrás no enamorarte,
podrás elegir no jugar mi juego,
puedes ser helada como el hielo.

Pero no olvides que también
puedes morir de frío
si nunca juegas con fuego.

Ella:
Tu técnica de seducción hacia mi alma
para obtener mi cuerpo no funcionará.
Ya jugué con fuego
y el quemarme no fue lo peor que me pudo pasar.

Me perdi y lo perdí,
no se tiene que repetir.

El sol ya no me calienta,
y la lluvia ya no me moja.
No se puede morir lo que ya está muerto,
no voy a sucumbir ante tus anhelos,
no puedo.

Él:
Solo te dejas llevar
por el pecado y el placer,
pero tu corazón
también quiero poseer.

¿De qué sirve el amor
si solo me amas en la cama?
¿De qué sirve la pasión
si en relación no somos nada?
¿De qué sirve mi poesía
si mis versos no te llaman?
¿Quién curará las heridas
de esta alma rota enamorada?

La soledad me ha enseñado
que libertad siempre será mi amada.

✒ 𝕻𝖔𝖊𝖙𝖆 𝘼𝖑𝖒𝖆 𝕽𝖔𝖙𝖆 & 𝕷𝖎𝖟𝖟𝖞