Historias de algún bar

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Esta historia comienza en el típico bar de la esquina que todos conocen pero nadie nunca va... el típico antro que te preguntas porque mierda esta siempre abierto a las cuatro de la mañana si esta vacio, salvo por los cuatro viejos licoretas que parecen maniquies que forman parte de la decoracion.

Pues un martes a la hora del quinto sueño acabe ahi... Nesecitaba que un camarero fingiera que le interesa mi historia mientras limpia todo el tiempo la misma esquina de la barra con un trapo viejo mas sucio que la propia barra.

Pero cuando me sente me pedi un wishky con hielo y no supe por donde empezar, asi que solo me dedique a beber y fingir que escuchaba al cantautor de la esquina que tocaba una guitarra a la que le faltaba la quinta cuerda...

No se que fui a buscar en ese bar, pero desde luego no era la mujer que entró cuando termine el cuarto vaso... Apareció por la puerta como al son de la guitarra rota y desafinada que sonaba, sonriente como si nada le fuera mal... Y se acerco a hablar conmigo.

Desgraciadamente, debido a mi estado de embriaguez, tarde unos minutos en darme cuenta por su corto vestido y sus largas botas de que le interesaba mas mi cartera que mis penas... pero lo curioso es que no me importo que fuera ese el motivo por el cual se me acercara. De hecho, me di cuenta de que buscábamos lo mismo pero por historias diferentes:

Yo necesitaba alguien que me escuchara y ella alguien que la hiciese sentir alguien en vez de algo, yo queria salirme de mi rutina y ella vivir una aventura, yo queria ahogar mis penas en alcohol y ella desahogarse en un cuerpo, yo queria vaciar mi cartera en vicios  y  ella llenarse los bolsillos... En fin, parecia que en ese momento los dos sentiamos que la persona que teniamos en frente era lo que nesecitabamos esa noche.

No recuerdo cuanto tiempo estuvimos hablando, pero si recuerdo que al principio le empeze a contar mis penas con ganas de llorar y acabamos los dos a carcajadas por otra historia que no tenia nada que ver... hasta que el camarero nos echo del bar...

Estaba amaneciendo y le pregunte si tenía donde dormir. Para mi sorpresa la respuesta fue un "si" y lo peor fue que ademas añadio "y me voy ya que llego tarde".

De primeras pense que era una broma, hasta que delante de mis narices se subió al primer taxi que paso... Y se marcho... Sin tan siquiera decir "adios", "gracias" o "buenas noches"...

Me quede tan perplejo que me fui a mi casa y tardé en dormirme por comerme la cabeza pensando en quien era esa mujer, de donde salió, y porque se quedó conmigo hasta tan tarde si supuestamente tenía cosas importantes, y por lo visto, también urgentes que hacer...

Volvi al bar a preguntarle a ese grupo de viejos bohemios si conocian a aquella mujer... Nadie supo decirme nada de ella, jamás la habian visto.

Solo se que se llama Alexandra, o eso fue lo que me dijo, que es extranjera, de ojos claros y el pelo teñido de un negro betún. La reconocereis porque aunque de primeras parezca una buscona, en realidad le gusta escuchar a las personas y hablar de tonterias hasta conseguir sacarte una sonrisa.

Si la veis decirle que estoy todos los martes, a la hora del quinto sueño, en el bar de la esquina que todos conocen y que nadie visita bebiendo wishky con hielo en la misma silla, para volver a ser dos desconocidos que fingen interes el uno por el otro...

Inspirado en el texto de Loreto Sesma: Esta es tu historia

Poemas de un Alma RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora