¡No me llames Nymphadora! ❀ Remus&Tonks

Capítulo 29: Desesperación

Tonks se agitó. Su cuerpo estaba adolorido pero aparte de eso, Tonks se sentía bien descansada. Su mente estaba clara, sus músculos funcionaban bien. Ella se movió y ajustó sus ojos al lugar oscuro. Lo primero que registró fue el hedor.

Tonks gimió, levantando su mano y colocándola sobre su nariz y boca en un intento de evitar que el mal olor le llegara. La habitación estaba iluminada por un solo rayo de luz que entraba por un pequeño hueco en la madera que estaba clavado sobre la ventana. Cuando sus ojos finalmente se adaptaron, Tonks vislumbró una mancha blanca en la esquina de la celda. Ella se acercó cautelosa.

La comprensión se apoderó de ella y ahogó un grito, alejándose de él.

Era un cráneo cubierto de tierra y sangre seca.

Tonks tropezó contra la pared en la que se despertó y se encontró apoyada en la pared. En él, también vio salpicaduras de sangre. Justo a su lado izquierdo, en la esquina, Tonks vislumbró pedazos de hueso blanco que sobresalían de la tierra en el suelo.

Tonks se atragantó y se volvió hacia la derecha. Sus ojos se abrieron con horror. Justo a su lado, Ojoloco Moody yacía inconsciente. Se puso de rodillas junto a Moody.

"Ojoloco, despierta. Por favor, no estés muerto..." Tonks se escuchó murmurar mientras sostenía su hombro, lista para sacudirlo. Luego vio subir y bajar en su pecho. Ella exhaló un suspiro de alivio y lo soltó. Su mano estaba cubierta de sangre. Entonces recordó la herida de la astilla. Tonks vio que todavía estaba allí, incrustado en su brazo. Al recordar instantáneamente su entrenamiento, Tonks presionó su mano sobre la herida lo mejor que pudo sin tocar la astilla.

Seguía saliendo sangre caliente.

"Ojoloco." Lo sacudió por el otro brazo. Su rostro estaba magullado por recibir golpes, su cabello ahora enmarañado y fibroso, su ojo mágico desapareció, dejando una cuenca vacía, "¡Ojo loco, despierta! ¡Por favor despierta!" Tonks lloró, sintiendo que el miedo se apoderaba de ella. Perder demasiada sangre puede ser fatal si no se trata rápidamente y si ella no lo despierta, es posible que nunca se despierte...

Él se movió.

Una sonrisa vacilante apareció en su rostro. "¿Ojoloco?" Ella dejó de sacudirlo y lo miró fijamente mientras abría su único ojo marrón. Su sonrisa se convirtió en una amplia sonrisa.

"Si no lo hubiera sabido mejor, pensaría que esta es una fiesta". Refunfuñó. "Límpiate esa sonrisa de la cara". Tonks no pudo obedecer, esa sonrisa todavía estaba en toda regla. Fue una rara ocasión en la que Ojoloco se sintió de humor para hacer una broma. "¿Dónde estamos?" Gruñó mientras movía el brazo.

"No lo sé". Respondió Tonks tímidamente, encogiéndose de hombros. El la fulminó con la mirada.

Comprensible, considerando que acababa de romper lo primero que le enseñó en las lecciones sobre estar en cautiverio. Lección # 1: Siempre conozca su entorno.

Tonks le ofreció una sonrisa débil que normalmente le daba una mirada aún más fuerte o una o dos reprimendas; en cambio, Ojoloco resopló y desvió la mirada.

"Maldita sea, sacaron mi ojo". Refunfuñó y Tonks sonrió, divertida, "Deja de sonreír, ¿Por qué estás sonriendo?" Moody espetó.

"No lo sé". Miró hacia el suelo sucio. "Estoy feliz, creo... Te he echado mucho de menos". Tonks se arriesgó a mirar hacia arriba para ver a Moody mirándola, un poco aturdido.

Se descongeló y refunfuñó: "Bueno, no estés demasiado feliz; hasta que averigüemos dónde estamos". Moody estiró el cuello para mirar a su alrededor.

"No te muevas tanto". Protestó Tonks, con la mano todavía en la herida. "Has perdido mucha sangre". Señaló a un lado de su bata empapada y al pequeño charco en el suelo.