¡No me llames Nymphadora! ❀ Remus&Tonks

Capítulo 25: Control

Tonks se movió, sentándose para darse cuenta de que había estado acostada junto a Sirius todo el tiempo. Era cómo solían acurrucarse y dormir en la alfombra junto a la chimenea; para disgusto de Andrómeda.

Sirius estaba acostado de espaldas, roncando un poco. Se veía absolutamente a gusto a pesar de dormir en una celda fría. Su brazo derecho estaba colgado sobre su hombro, su mano izquierda descansaba sobre su oreja, donde dejaba de acariciar su cabello cuando se quedaba dormido.

Ella sonrió. Tonks se dió cuenta de que tenía un primo encantador. Si no fuera un fugitivo de Azkaban con toda la aplicación de la ley mágica buscándolo, Tonks estaba seguro de que estaría tan ocupado saliendo que difícilmente lo verían por Grimmauld.

Se rió entre dientes ante la vida que Sirius Black podría haber llevado si no lo hubieran incriminado; si Peter Pettigrew había sido atrapado. Remus todavía se culpaba a sí mismo hasta el día de hoy y Tonks sabía que incluso el tiempo nunca destruiría la culpa de ese hombre; el noble espíritu de Gryffindor podía ser muy molesto a veces.

Tonks saltó, sobresaltada, cuando la puerta se abrió con un crujido. Había estado tan absorta en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que alguien caminaba hacia el calabozo.

Sirius se despertó de un sobresalto y se sentó, su brazo derecho todavía alrededor de Tonks. Entrecerró los ojos en la oscuridad para ver una figura acercándose a ellos; seguido de cerca por otro detrás del primero. Ella se tensó; su instinto pateando.

La persona que iba delante se rió histéricamente.

Tonks sintió que la sangre le corría por las venas. Sirius se puso rígido y apretó su agarre alrededor de ella.

"Bella" Sirius ladró riendo. "¿A qué le debo tanto honor?" Tonks se volvió para ver su infame sonrisa de Black.

"Sirius Black." Bellatrix encendió su varita de manera no verbal para que pudieran ver la mirada enloquecida en sus ojos. "¿Mezclarse con este desgraciado en el calabozo? Casarse con primos ha sido una tradición, pero este pedacito de mierda-"

"¡No termines eso!" Sirius gruñó.

Tonks miró a Bellatrix con los ojos en blanco y miró hacia atrás para ver a Narcissa. Ella jugueteaba con su varita y los miraba con desdén.

"¿Que es esto?" Tonks soltó, su voz fría. "¿Alguna reunión familiar?"

Bellatrix resopló. "Nosotros, los Black, no nos mezclamos con productos de sangre sucia".

"Producen mucho mejor que los Black". Murmuró Sirius y antes de que ninguno de los dos pudiera agacharse, Tonks escuchó un latigazo y sintió que algo la golpeaba en la mejilla. Cayó hacia atrás, alejándose de Sirius, golpeándose la nuca contra el suelo. Starburst explotó en su visión mientras parpadeaba. Le escocía la mejilla.

Se apresuró a levantarse para ver a Sirius en su espalda también, riendo. Se le estaba formando una gran roncha en la mejilla.

"¡Crucio!" Bellatrix chilló y Sirius se encogió, gritando de pura agonía. Tonks se abalanzó sobre Bellatrix impulsivamente, viendo que no había nada más que pudiera hacer. Cayeron en un montón en el suelo con Tonks arañando imprudentemente a su tía con las uñas.

"¡Avada Kedavra!" Ella chilló y Tonks sintió un brazo envolver su cintura, sacándola de Bellatrix. Cayó hacia atrás justo cuando el azabache verde le rozaba la cara. Chocó con la pared de la mazmorra, enviando rocas astilladas que rebotaron alrededor del lugar.

"Ninfa, ¿estás bien?" Sirius, a quien le debía la vida, se apresuró a inclinarse hacia adelante. Sus ojos estaban muy abiertos.

"No." Bellatrix se rió y Tonks colapsó, negándose a gritar y ceder al dolor. Surgió en su cuerpo, rompiendo sus entrañas en pedazos y llevándolos a un infierno familiar pero nunca menos agonizante, mientras se retorcía.