¡No me llames Nymphadora! ❀ Remus&Tonks

Capítulo 27: Matar

Remus hizo una pausa momentánea mientras salía del dudoso callejón. Todo le resultaba dolorosamente familiar a pesar de no haber venido aquí durante años. La última vez que puso un pie aquí fue cuando Lily lo invitó durante las vacaciones. Remus respiró hondo, endureciendo sus emociones y dió otro paso adelante.

De repente, la puerta de la casa de su interés se abrió de golpe y Remus instintivamente se sumergió en el callejón en busca de refugio, presionándose contra la pared. Vislumbró a dos figuras que salían de la casa, ambas con capas negras y la capucha cubierta por la cabeza. Remus los miró fijamente, notando su cuerpo más pequeño que solo podía ser el de una mujer.

Se preguntó si uno de ellos sería Nymphadora y consideró llamarlos, pero eso solo podía ser una ilusión y definitivamente un movimiento tonto. Llamarlos llamaría la atención y si ninguno de ellos fuera Nymphadora, estaría cavando su propia tumba.

Remus miró conteniendo el aliento cuando los vió girar hacia el callejón del que había salido y escuchó un suave estallido. Contó en silencio mentalmente hasta cinco antes de salir del callejón. Se acercó la capucha a la cara y miró hacia abajo mientras cruzaba la calle hacia la casa.

Levantó la mano tentativamente y llamó a la puerta, apenas conteniendo su ira. Su otra mano alcanzó su varita pero la mantuvo fuera de la vista.

"¿Quién es?" Remus se quedó helado. La voz no era algo que tuviera la intención de escuchar. En todo caso, la voz lo preparó para matar.

"Remus Lupin." Respondió con acritud; complaciéndose en un placer enfermizo mientras la persona al otro lado de la puerta jadeaba. "Peter, abre." Remus se encontró pensando, solo para poner nervioso al hombre.

La puerta se abrió un poco y Remus no esperó. A pesar de la partida de la luna llena, Remus todavía sentía la rabia incontrolable que afloró, especialmente cuando puso los ojos en el ratón de un hombre. Empujó la puerta a la fuerza con su brazo izquierdo, golpeando efectivamente a Peter en la cabeza cuando la puerta se abrió de nuevo hacia él.

Peter cayó al suelo con un chillido de sorpresa. La puerta rebotó, golpeando suavemente el hombro de Remus, pero él no le prestó atención; había asuntos más importantes entre manos. Remus sacó su varita más rápido de lo que Peter podía alcanzar la suya.

"R-Remus." Jadeó Peter. El hombre era diferente a la última vez que Remus lo vió en la choza chillona. Estaba más calvo ahora, estaba más delgado y, por supuesto, la adición de la mano especial que le otorgó su Señor Oscuro, cómo recompensa por su lealtad. Para todos los Mortífagos, era un honor, pero para Remus, era un recordatorio de que este hombre, el mismo que estaba a su merced ahora, era una razón crucial por la que Voldemort había regresado.

"¿Cómo estás, Peter?" Remus gruñó, su varita inquebrantable en su mano. "¿Cómo se siente traicionar a tus mejores amigos?"

No sabía lo que le sucedió. En la casa de los gritos, Remus había sido capaz de mantener la calma, incluso pudo evitar que Sirius mutilara a la rata. Pero ahora, no quería nada más que matar...

"Lupin." La fría voz de Snape flotó desde las escaleras, el hombre mismo estaba apoyado en la barandilla de las escaleras, "¿Qué podría haber hecho yo para merecer tal... honor?" Su voz destilaba sarcasmo.

Al ver a Snape, Remus instantáneamente se alejó de Peter, recordando su propósito, "¿Dónde está Nymphadora?" Preguntó, vislumbrando a Peter acobardado en el retiro del sofá, pero no le prestó atención; tenía cosas más importantes de las que preocuparse.

"Eso no es asunto de la Orden, Lupin. Según recuerdo, dije que sería peligroso para la Orden saber de Nymphadora-"

"No es peligroso para la Orden; peligroso para ti". Respondió Remus. Se estremeció ante su propio tono, venenoso; no era como él. "¿Dónde está ella?"