Estaba muy avergonzado con lo que pasó esa noche.
Y sus amigos no dejaban de recordárselo.
—No me digas que este se ilusionó con un desconocido. —Murmuró Emilio a Gustabo.
—¡Que no! Solo fui cortés y traté de arreglar el problema. —El bar ya había cerrado y él, además de tocar ahí algunas veces, también trabajaba ahí. Todos ellos estaban limpiando las mesas mientras hablaban lo sucedido.
—Si claro, cortés. —Respondió divertido el rubio. —No parabas de mirarlo cuando estábamos en el escenario.
—Es que me llamó la atención, ¿sabes? No es muy fácil pasar desapercibido midiendo dos metros y siendo albino.
—Entonces, como te llamó la atención, le echaste ojitos y te ilusionaste, ¿no?
—¡Ya dije miles de veces que no me ilusioné! —Apoyó su frente en la barra. —Estoy siendo amable y tratando de no arruinarla de nuevo.
—Cierto que querías que hablara cuando el chico era mudo. —Sus amigos lanzaron unas carcajadas mientras que el de cresta se sonrojaba. —Pobre hombre lo que tuvo que aguantar, ¿cómo decías que se llamaba?
—V-Volkov. —Lo dijo en un susurro aún con el rostro en la barra.
—Oh, un ruso, con razón es tan alto. —Dijo el Gustabo sentándose al lado de su amigo y le dio pequeñas palmadas en la espalda. —Bueno, ya no te preocupes por lo que pasó y ahora preocupate por la cita que tendrás con él.
—¡No es una-!
—Que si, que si, no es un cita. —Le restó importancia y continuó hablando. —Y como fue tu idea, tú pagas.
Los hermanos mexicanos asintieron estando de acuerdo con su amigo y él solo quería desaparecer de ahí.
...
Estaba en medio de la nada. No veía absolutamente más que la oscuridad misma. Trataba de gritar pero estaba amordazado. Forzó lo más que pudo su voz pero nadie lo escuchó.
Iba a morir ahí mismo. Sin que nadie lo escuchara más que la misma nada.
Se despertó agitado.
Había tenido otra vez ese sueño. Dejó caer su cabeza en la almohada y cerró los ojos cansado. Giró hacía el reloj que tenía en la mesilla de noche.
No había dormido más que dos horas.
Se levantó de la cama para ir a la cocina. Sabía que ya no podría dormir más esa noche así que fue a hacerse un té y se sentó en el sofá.
Miró a un punto fijo mientras bebía su té distraído. No paraba de pensar en lo que había ocurrido y en todas las posibilidades si...
Un maullido interrumpió sus pensamientos. Giró la cabeza hacia la dirección en donde se encontraba ella y la pudo ver. Sonrió ligeramente al notar que estaba media dormida. Saltó a sus piernas y él comenzó a acariciar su suave pelaje.
Suspiró cansado. Ella era la única que podía mantener su cordura.
Encendió su celular y se fijó en la fecha. Era sábado. Hoy Greco iría a recogerlo para ir de nuevo a aquel bar.
Por alguna razón estaba nervioso con eso y no sabía el porqué.
...
—Horacio, hoy te toca la barra. —Le dijo el mexicano lanzándose un delantal a la cara y el mencionado bufó. —¡Y arreglate el uniforme!
—¡Que el uniforme está mejor asi! —Se había arremangado la camisa negra que tenía uno cuantos botones abiertos. Su amigo suspiró, no tenía manera de ganar aquella discusión con ese cabeza dura.
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A silence between us | Volkacio
RomanceEl silencio puede ser muchas cosas. Puede ser asfixiante, incómodo o incluso maravilloso. Para Volkov, el silencio fue su forma de protegerse de todos a su alrededor luego de lo que había pasado. Aunque no tuvo previsto que alguien pudiese romper s...