Malos hábitos

Parte IV - Reivindicación

Durante la primera semana del nuevo régimen de padre e hijo, las tardes de videojuegos se transformaron en sesiones intensivas de ejercicio en casa, las cenas de comida rápida en verduras hervidas y los desayunos de malteada en cereales con fruta.

Es bien sabido que la comida chatarra genera adicción, así que fue muy difícil para ambos mantener la dieta que vieron en internet al pie de la letra, lo que provocó diversos problemas para la dupla que había engordado.

Ninguno de los dos disfrutaba hacer ejercicio, todo el tiempo tenían hambre y esto los ponía de mal humor, Roberto estaba irritable con Elías, lo regañaba por cualquier cosa y éste último estaba triste todo el tiempo, extrañaba las deliciosas cenas y las largas sesiones de videojuegos con su padre, quien de alguna manera se había convertido como en su mejor amigo durante el tiempo que dejó de entrenar.

Elías se encontraba en la escuela, se sentía hambriento y de mala gana, no quería estar allí. Estaba comenzando la tercera clase del día: Ciencias Naturales. El chico estaba haciendo garabatos para distraerse del hambre que sentía, al menos, hasta que escuchó lo que comenzó a decir su profesor.

"Bien chicos el tema de hoy es el sobrepeso, hay varios factores que contribuyen al aumento excesivo de peso, los más comunes son: Falta de actividad física, alimentación inadecuada, es decir, exceso en el consumo de alimentos procesados y con alta cantidad de grasa, así como, alta ingesta de refrescos..." – Empezó a decir el profesor mientras proyectaba una diapositiva de un hombre gordo.

Esto llamó la atención del adolescente, quien de repente se encontraba sumamente interesado por la explicación de su profesor y las imágenes que la acompañaban. Elías no podía quitar sus ojos de las imágenes de hombres obesos que su profesor usó para la presentación.

Mientras el profesor seguía explicando las razones y consecuencias del sobrepeso, Elías comenzó a recordar cómo se atascaba con su papá de todas esas comidas deliciosas, lo bien que se sentía estar siempre lleno hasta el punto de casi reventar.

Éstos pensamientos se concentraron en Elías, provocándole una erección y una sensación extraña en el estómago, similar a la sensación de mariposas que se sienten cuando te gusta alguien, fue ahí que se dio cuenta que sintió esa misma sensación cuando reventó el botón de su pantalón hace una semana.

La clase estaba a punto de terminar y Elías seguía con esa erección incómoda, sin entender por qué éste tema lo ponía así. Entonces, el profesor puso una diapositiva que marcó a Elías: Se trataba de una secuencia de fotos en la que se podía observar a un hombre que aumentó de peso gradualmente, hasta tener una gran panza que le llegaba casi hasta las rodillas.

"Elías, puedes ayudarnos a leer las etapas del sobrepeso por favor" – Dijo el profesor

"Ammm..." – Comenzó Elías algo nervioso. "Peso normal, sobrepeso, obesidad tipo uno, obesidad tipo dos y obesidad mórbida" - terminó de hablar Elías mientras sentía como su erección se ponía aún más dura.

"Gracias Elías. Y dime, ¿En qué etapa te consideras que te encuentras?" – Mencionó el profesor.

"Creo que estoy en sobrepeso, pero ya me estoy encargando de eso profe" – Dijo Elías mientras se ponía rojo y sentía su erección ponerse más dura al hablar de su peso.

"Bien Elías, me parece perfecto que seas consciente del peso que has aumentado en estos meses, la obesidad puede convertirse en un problema severo si no se trata a tiempo"- Respondió el profesor.

Elías no pudo evitar imaginarse a sí mismo más gordo ante el comentario que realizó el profesor, lo que provocó que Elías humedeciera un poco su bóxer. La campana que marcaba el receso sonó y Elías se quedó unos minutos más en el salón mientras esperaba que su pene volviera a su posición original.