5. Primero me subo a una rueda de la fortuna.

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POV ROSS:

Son las tres con veinticinco minutos de la tarde en Vancouver.

La señorita Marano y yo aterrizamos hace unos cinco minutos.

Recojo mi pequeña maleta y mi portafolio lo cuelgo sobre un hombro.

-El auto está esperando afuera-dice ella. Le hago un asentimiento de cabeza para indicarle que iré detrás de ella.

La empresa nos alquiló un pequeño Chevi azul oscuro. Lo primero que hago es meter las maletas en la parte trasera del auto, posteriormente le abro la puerta del copiloto a la señorita Marano.

Ella me mira un poco ruborizada, quizá. Dentro de mi hay una sensación de victoria de poder provocarle ese efecto.

Aún sigo enojado por encontrarla husmeando en mi ordenador. Sé que no lo hizo a propósito. Pero pensar que si quiera podría haber...visto lo que contenia el ordenador...

Desecho esa posibilidad.

Me adentro al trafico vespertino. Me cuesta un demonio concentrarme. El clima no es bueno en esta temporada. Incluso el aire acondicionado del auto no ayuda.

Soy el primero en romper el hielo para olvidar el calor insoportable que nos invade.

-¿Es la primera vez que viaja en avión?-pregunto sin apartar la vista de la carretera.

-No.-responde secamente. Le echo una mirada rápida que ni se da cuenta. Noto sus manos entrelazadas sobre su regazo.

-Lo preguntaba por lo nerviosa que se encontraba cuando despegó el avión-dije. Ella no respondió-. Como le dije, es normal estar nerviosa en el primer viaje...

-¿Siempre hace esa clase de preguntas? ¿Husmear en la vida privada de sus empleados?

Quería reírme, en serio, lo quería. Pero por respeto tuve que contenerme.

-Husmear...-repetí-. ¿Lo que usted hacia en mi oficina ayer?

-Yo no husmeaba-se defendió-. Ya le he dicho...

No dejé que terminara la frase, pisé con fuerza el acelerador.

-Yo puedo hacerlo-replicó la señorita Marano cuando intenté ayudarla con su maleta.

-Como quiera-respondí.

Le arrojé las llaves del auto a un valet y entramos al hotel.

Personas entraban y salían del lujoso hotel, cortesía de la empresa de mi familia.

Nos acercamos a una chica recepcionista quien se sonrojó al mirarme. No le di importancia al gesto.

-Reservación de la empresa Lynch-dijo Laura.

La recepcionista tecleó algunos botones en el ordenador.

-Aquí esta-dijo-. Una suite para el Señor y la señora Lynch.

POV LAURA

¿Qué había dicho? ¿Señora Lynch? Miré a la recepcionista con mala cara.

-¿Hay algún problema?-preguntó.

-La hay-dije-. Ayer hablé para cambiar la reservación. Una suite y una habitación normal. Esto es un error.

-No hay ningún error, señora.

¿Señora?

-La suite está reservada para usted y su esposo.

FALL IN MY GAME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora