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El día del equinoccio de primavera es de las celebraciones más importantes en la región de Onirix, más que nada por el festival que se organiza para recibir la primavera, y claro, celebrar el natalicio del dios más estimado, Soren.
En esta celebración todo el pueblo se reúne en el templo donde se rinde culto al dios de la primavera, adornandolo con numerosas flores de temporada en homenaje a la prosperidad de cada año.
Al atardecer los 4 hermanos con sus elementales se reúnen simplemente para convivir con el pueblo que siempre los recibe agradecido.
En esta época es de las pocas veces que Soren y Maksim se reúnen, que aunque su relación es un secreto a voces han intentado mantener a raya sus interacciones públicas para evitar problemas con los otros dioses.
-¿Cómo le haces para siempre lucir tan radiante? Tengo una gran suerte de poder verte tan elegante y sexy.- Dijo Soren con esa actitud coqueta tan propia de él al encontrarse con su amado
-Tú no te quedas atrás, ni todas las flores de este lugar podrían opacar tu belleza hoy.
-Quiero que bailemos hoy
-Sabes que no podemos, por más que queramos
-No me importan mis hermanos, te quiero conmigo todo el tiempo posible, es más, iré a hablar con mi hermano.- Soren atravesó todo el salón buscando a su hermano, intentando formular las palabras correctas para anunciar su decisión, Maksim, aún avergonzado por la declaración se quedó congelado en su lugar, esperando a ver el siguiente movimiento de ese dios tan impertinente.

-Hermanote, ¿podemos hablar un momento?- Se dirigió a Crewell quien tomaba alguna clase de licor tranquilamente
-Esta bien, ¿Qué se te ofrece, querido hermano?
-Quiero decirte que cambiaremos de elementales.- Crewell lanzó una carcajada al oír la idea de su hermano
-Soren, sabes que eso no es posible
-Eso se puede cambiar, somos dioses a fin de cuentas, nosotros hicimos esas reglas, una pequeña excepción no hará daño
-¿Y yo que obtendría como beneficio? Maksim sabe perfectamente nuestra rutina y es eficiente en sus deberes, he dedicado años a su entrenamiento como elemental invernal.
-Te deberé un favor, y sabes que eso ha sido muy útil más de una vez, hermanote
-Lo pensaré, se que tienes otras intenciones con mi elemental y es alguien a quien he vigilado toda su vida, pero sabes que debo recordarte tu última relación
-Eso no fue una relación, lo sabes bien, no empecemos con ese tema hoy
-Esta bien, te daré mi decisión al final de la velada.- La expresión de Soren cambio drásticamente al recordar la época en la que estuvo junto a Viktor, el monarca de un reino vecino. Se dirigió al lugar donde lo esperaba el ojiazul, se encontraba sentado junto a los otros elementales, tomó su mano con firmeza y habló aún con algo de dolor notorio en su voz.
-Maksim, me tengo que retirar, no me encuentro del todo bien, ¿Podemos hablar más tarde? Tenemos ciertos asuntos pendientes
-Señor, ¿necesita que lo ayude de algo?- Intervino Zyroth levantándose de su asiento, preparado para lo que su jefe pidiera.
-No, Zyroth, relájate y disfruta la fiesta, este es tu día libre.- Soren se alejó y se dirigió a las escaleras que conducían al segundo piso, el solo caminar se le hacía eterno, sus pensamientos no lo dejaban tranquilo y apesar de su condición solo podía pensar en ruido, cuando se dió cuenta estaba parado delante de su habitación.

La gala de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora