Inmortal de corazón

Pensamientos.

Te das cuenta que creces.
Que vas madurando, vas cambiando.
Que tus padres cada vez envejecen más rápido.
Hay más cabellos blancos, cansancio, descanso.
Notas que la vida pasa.
Solo lo hace.
Porque así es su naturaleza.
A los siete años quieres ser grande.
Cuando llegas a los quince.
No soportas a tus padres.
A los dieciocho
Quieres entenderlos.
No a todos nos pasa igual.
Algunos en diferentes edades.
Pero el sentimiento es el mismo.
Comienzas a notar que los consejos de la gente adulta:
"No niña , no quieres crecer"
"Valora a tus padres"
"Disfruta del tiempo"
No son simples consejos de gente pesada.
Si no verdades crueles que te dolerán en el alma.
Cuando ya asumas que la vida pasó,
Que tus padres no son los mismos.
Que comienzas a saber lo que es la vida.
La vejez te toma de la mano y no te suelta.
La adolescencia es un goce duro.
La adultez una responsabilidad vulnerable.
Llega el momento en el que tienes que asumir que tus padres pueden irse en un abrir y cerrar de ojos.
Llega el instante en el que te das cuenta que mientras más avanza la edad en tus abuelos.
Más rápido carcome la juventud en tu vida.
Todo se acaba es cierto.
Pero como duele cuando te sientas a pensar en todo lo que sucederá pronto.
En todo lo que sucedió antes.
En como pensabas que a los ocho todo era una eternidad.
En como planeabas a los dieciocho tener tu vida propia.
Pero te diste cuenta que es un simple deseo para muchos.
Le dices a la vida...
Quédate aquí, no sigas, pero es imposible no continuar el recorrido.
Me puse a pensar a mis veinte años,
Que será de mi cuando no exista.
Son crisis existenciales que le dan a cualquiera.
¿Verdad?
Pero como duele que la realidad te golpee en la cara al notar  la velocidad en la que los años pasan por tus ojos.
Y piensas,
¿Que mierda hice en todo este maldito tiempo?
Pero te dices a ti misma, tranquila.
No pienses más.
Aún te quedan más años.
Conseguirás lo que quieres.
Vas a saborear cada segundo con la gente que amas.
Harás orgullosos a tus padres dónde quiera que estén.
Aquí contigo o alla en la eternidad.
A tus abuelos.
A tu familia.
A tus amigos.
A cualquier ser humano que te acompañó en tu travesía de vida.
A ti mismo.
Podrás ser feliz con los recuerdos.
Y confirmarás una vez más
Que la vida se pasa volando.
Pero solo tu eres capaz de formar tu felicidad cómo quieras.
Y así a la edad que estes apunto de desaparecer en este mundo pienses en todo aquel que te amó.
Y con una sonrisa.
Te irás a dormir.