21.

16 0 0
                                    

A los veitiun años nadie es valiente.
Nos consume la madurez cercana.
Lo que nos hace procesar cada uno de nuestros pasos dados y aquellos que aún nos faltan.
A esa edad nos volvemos vulnerables.
Caemos en cuenta que la vida se pasa en un abrir y cerrar de ojos.
Nos damos cuenta que el terror de volvernos adultos independientes está ahí en nuestra mente dando vueltas todas las noches.
Los amores van y vienen.
Las desilusiones nos hacen más fuertes,
Sufrimos.
Lloramos.
Cada quien con su propio problema.
Cada quien con su propia locura.
Podemos amar pero nos damos cuenta que nada dura.
Porque aún nos queda una vida por delante.
A esta edad,
No somos más que seres indefensos,
Heridos por el pasado de nuestra infancia.
No somos más que diminutos corazones que laten cautelosos,
A la espera de otro que nos ayude a fortalecernos.
Cuando no hay nadie más en el mundo
Que nos haga sentir valorados que nosotros mismos.

Inmortal de corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora