CAPITULO 17

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Pasaron cuatro días sin que Carlo ni Lorenzo se me acercaran, para mí era lo mejor, creo que mi papá les advirtió a los dos para que estén calmados, ya que ese día era uno de los partidos mas decisivos para la Juve y yo no queria hacer que mi papa pierda, es muy importante para el por lo tanto para mi también.

Pero, Lorenzo es terco antes de entrar a vestidores me dijo que nos encontremos para charlar un rato, y pues acepté. 

L: T/n, Cómo estas?

T: Bene, que paso?

L: Te quería pedir perdón por desaparecer así, nunca haría eso, el entrenador...

T: Mi papá

L: He si, tu papá me ha apretado mucho con los entrenamientos y no he tenido tiempo

T: Tranquilo eso hace antes de los partidos, estarás bien. Fortuna, te apoyo desde las gradas

Me pidió que lo acompañara a buscar su banda de la suerte ya que se había olvidado en su habitación, pero cuando subimos al ascensor este se quedo parado y no se movió estaba muy alterada y mas por Lorenzo que iba a jugar.

Intente llamar a Gabo y por suerte me cogió un poco de señal y lo llame. 

GABO

Estaba en las gradas sentado tranquilo junto a los alcones y Zoe, cuando recibo una llamada de T/n, se oía muy alterada.

Me dijo que estaba atrapada con Lorenzo en el ascensor y que no iba a llegar al partido o al menos al primer tiempo.

Dede llamo a Ezequiel para decirle lo que pasó y que le avisara al entrenador pero no contesto ya que estaban en la cancha.

Yo y Dede, fuimos al ascensor más cercano del cuarto de Lorenzo mientras gritábamos los nombres de t/n y Lorenzo pero nadie contestaba así que fuimos a pedir ayuda a alguien del lugar para que arregle el ascensor. 

T/N 

Estaba un poco incomoda ahí con Lorenzo encerrados en el ascensor solos, los dos. 

Yo me senté a un lado del ascensor y Lorenzo se sentó a mi lado, conversamos un rato de todo, yo lo intente calmar un poco y decirle que mi papa entendería.

Me preguntó como por quinta vez si Gabo me respondió, le dije que sí, que de seguro ya estaba por venir.

Cuando me fije en su mano, ví que sus nudillos estaban rojos y ahí respalde lo que mi papá me había contado.

Pasamos como treinta minutos esperando a que algo pasara, cuando por fin se movió el ascensor. Lorenzo estallo de felicidad y todos fuimos a la cancha.

Gabo y Dede fueron a los asientos mientras que yo y Lorenzo fuimos a los vestidores, verificamos que se había terminado el primer tiempo pero Lorenzo ya estaba ahí para el segundo.

Buona fortuna ragazzo

Lorenzo y t/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora