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El timbre sonó indicando que quedaban 15 minutos para que la clase finalice.
— Bien chicas, como último para cerrar les voy a dejar una tarea importante. Tienen que trabajar en equipos de a dos personas para realizar un experimento, el informe con los materiales y procedimientos los tienen en nuestra página, allí los buscan y lo hacen. Yo les entregaré los ingredientes químicos pero deben tener mucho cuidado, a continuación elijan su compañera y las anotaré.
Dijo la profesora de química, a continuación todas las mujeres allí estuvieron hablando y haciéndose grupos, también el grupo de Lisa quedando ella sola.
– Diablos Lis, no sabíamos que ibas a quedarte sola. Espera si podemos convencer a la profesora te uniremos con nosotras.
Le dijo Rosé.
– No es necesario Rosie, me manejo bien sola, además ya encontraré a alguien.
Respondió la pelinegra quitando interés.
– Muy bien, ahora pasaré a anotar las parejas que tienen.
Así pasó anotando todas las parejas de la clase.
– Irene con Moonbyul, JiSoo con Rosé y...Lisa, ¿Lisa estás sola a caso?.
– Sí.
Respondió fría.
– Este es un trabajo de equipo,.no puedes estar solo tu.
– Ya deje de fastidiar, buscaré a alguien, total lo que importa es entregar el maldito trabajo.
Respondió grosera Lisa haciendo que la profesora se asuste un poco y la mirara con una mueca, "esa chica no tiene arreglo", pensó. En ese justo momento la puerta fue tocada con golpecitos muy suaves.
– ¿Disculpe?, ¿Señorita Hirami?.
Se asomó tímidamente la figura de una chica castaña bajita.
– Ay pero si eres tú, pequeña Jennie. Pasa por favor.
Jennie entro un tanto avergonzada con fotocopias en su mano, e inmediatamente todas las chicas de la clase la miraron curiosas.
– Ella es la alumna Jennie Kim de 1°er grado, que está aquí por excelentes calificaciones.
– Oh n-no es necesario s-saber.
Respondió la chica un tanto avergonzada.
– L-le traje las fotocopias que pidió.
– Gracias Jennie, puedes dejarlas en el escritorio.
La pequeña caminó hasta allí pero en un descuido torpe se cayó tirando todas las fotocopias al piso, nerviosa trató de juntar las todas agachándose y arrastrándose por el piso, sin darse cuenta que su falda se había levantado y todas las mujeres la miraban con ojos acosadores llenos de deseos sexuales. Esto molestó mucho a Lisa sin razón alguna.
