Gochi de la A a la Z. ©

C de Comida.

Oh claro, casarse/esposo, fueron palabras que él pensó eran comida, era un niño que no poseía muchos conocimientos sobre las costumbres de las personas, además de que nunca interactuó con niñas, solo Bulma y ella ya estaba grande cuando se conocieron.

Pero por supuesto, había hecho una promesa, él no rompía sus promesas, su abuelito le enseñó a ser siempre un hombre de palabra. Por lo que, aunque se sintió un poquito decepcionado porque casarse no era comida, tampoco le pareció tan malo tener una compañera con la que vivir.

¡Y grande fue su alegría al saber que Milk sabía cocinar! ¡Y de qué manera! ¡¡Era la comida más sabrosa que había probado nunca!!

-- ¡Mks estjsa aks elikstos!

-- ¡Goku! No hables con la boca llena.

Inmediatamente tragó todo lo que había masticado y sonrió.

-- ¡Todo esto sabe increible! ¿De verdad lo hiciste todo tú sola? --él la miró levemente sorprendido mientras volvía a meterse grandes cucharadas de comida a la boca.

La gran mesa del Palacio estaba repleta de múltiples tipos de platillos a montones, todos preparados por Milk. La princesa le sonrió a su futuro esposo con algo de presunción.

-- ¡Por supuesto que si!

Las ansianas que solían cuidar de ella siempre decían que no había mejor manera de conquistar a un hombre que por el estómago; y recordando lo glotón que era Goku de niño, seguramente lo seguiría siendo, por lo que desde joven se dedicó --además de entrenar-- a aprender todo lo que se podía sobre la cocina.

Y no era algo que le disgustara, al ir aprendiendo le cogió tanto amor a las artes culinarias, que para ella no había mayor satisfacción que ver a las personas felices al comer sus alimentos.

Y con Goku alagandola tras cada bocado que se llevaba a la boca, la hacia sentir cada vez más orgullosa de sí misma.

Sí, definitivamente la comida de Milk era lo mejor que Goku había probado en su vida, quizás casarse con ella era lo mejor que podía pasarle, ¡pues todo lo que preparaba era siempre delicioso!

¡Milk debía tener unas manos mágicas!