Gochi de la A a la Z. ©

E de Esperar.

Milk esperó por él largos años a que volviera para casarse con ella.

Esperó por él cuando murió la primera vez, en la cual también alejaron a su pequeño hijo de su lado.

Esperó por él cuando se fué al planeta Namek.

Y esperó por él durante siete largos años.

Si se ponía a sacar cuentas, era más el tiempo que pasó (y pasa) alejado de ella que a su lado. Y sí, lloró incontables veces por él, y se sintió abandonada en muchas de ellas, pero a pesar de todo nunca pudo dejar de amarlo.

Eso era algo que nunca le había contado a nadie, un secreto que guardaba para ella misma, en el fondo, hubo un tiempo en el que ella quiso dejar de amarlo, dejar de esperarlo, dejar se sufrir por su ausencia.

No quería seguir sintiéndose de esa manera, no quería seguir amando a un hombre que tal vez se ausentaba porque no quería estar con ella, que tal vez no la amaba.

Sin embargo no pudo hacerlo, el amor que sentía por Goku era tan fuerte que nunca pudo dejar de sentirse como la misma adolescente con mariposas en el estómago y ansias de verlo cuando lo encontró en aquel torneo tantos años atrás.

Lo amaba con tanta intensidad que estuvo dispuesta a esperarlo siempre, sin importar el tiempo que estuviera lejos o a donde fuera, porque había aprendido, que sin importar nada, él siempre volvía.

Goku siempre volvía a donde estaba su hogar, aquél lugar donde su corazón pertenecía.

Milk sonrió al verlo dormir, desnudo sobre su cama con una sábana cubriendo de la cintura para abajo. Estaba boca abajo y dormía plácidamente mientras los primeros rayos del sol empezaban a iluminar la habitación. Ella estiró la mano desde su lugar y acarició con cariño el cabello desastroso de su esposo.

Lo quizás único bueno de esperar, era que cuando Goku volvía, las bienvenidas siempre eran extraordinarias, como lo había sido la noche anterior.

Ella sonrió y luego intentó levantarse, debía hacerlo para preparar el desayuno y que la comida para un batallón estuviese lista a tiempo, pero el brazo de su esposo al rededor de su cintura se lo impidió.

-- Mmn, quédate otro ratito. --Goku la envolvió en sus brazos y la pegó a él, dejando ir un suspiro de satisfacción al sentir la calidez de su esposa y el delicioso aroma a miel y flores de su cabello.

-- Debo ir a preparar el desayuno, y Goten podría despertar en cualquier momento.

-- Solo unos minutitos más, ¿si?

Ella suspiró, al final, con una sonrisa accedió.

Si, sin duda alguna, para ella valía totalmente la pena esperar.

📌Jeje, me quedó bonito ¿no?

Bueno, les dije que era difícil de adivinar, pero se aprecia el intento, les deseo mucha suerte para la próxima.

La F está sencilla, a ver quién la adivina primero.

Nos leemos el próximo lunes, Bye 😘