N de Niño.

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El planeta tierra había sido restaurado y todas las personas que allí habitaban estaban de vuelta en sus hogares, después de superar la amenaza de Beby, la humanidad había vuelto a la normalidad.

Para la humanidad claro, más no para Milk.

El solo hecho de pensar en su esposo siendo ahora un niño le causaba una fea sensacion en el pecho, no podía nisiquiera verlo de ese modo, además que de hacerlo el tiempo por un momento parecía retroceder y volver a tener frente a ella a su querido hijo Goten, que ya era un hombre.

De solo pensar que no volvería a escuchar su voz, que no volvería a sentir la calidez que brindaban sus fuentes brazos, que ya no podría darle un beso, que ya nada era lo mismo. Ver al hombre que amas, el hombre con el que había compartido tantos años de matrimonio, el hombre que le había regalado dos preciosos hijos, convertido en un niño. Sinceramente, su ausencia parecía mejor que esa tortura. No podía aceptarlo, no iba a hacerlo.

-- Pero... ¿Por qué no puedo dormir contigo, Milk?

La pelinegra lo miró con firmeza, observando aquella infantil mirada que Goku le daba mientras balanceba levemente los pies estando sentado en la cama, no, definitivamente no toleraria eso.

-- Porque no y punto. Ya preparé la otra habitación, así que te pediré por favor y te vallas de la mia.

Él la miró sintiéndose un poco culpable, sabía que algo como eso iba a pasar, Milk no lo querría cerca de ella mientras fuera un niño, y no había manera de revertirlo, así que no le quedaba más que obedecer.

-- Si Milk. --se levantó de donde estaba, y a paso cansino salió de la habitación.

Ella apretó la mandíbula y respiró profundo, tratando de calmar las repentinas ganas de llorar que le habían surgido, no debía hacerlo, no valía la pena hacerlo.

Una vez que consiguió tranquilizarse se dirigió al baño privado que había en la habitación, se dió una ducha y luego se preparó para dormir, se recostó y apagó la luz. Soltó un suspiro que resonó en el silencio del cuarto, sintiendo el vacío del peso que hacia falta al otro lado de la cama, pero lo ignoró.

Y estaba a punto de quedarse profundamente dormida, cuando un peso junto a ella se hizo presente, y un fuerte y musculoso brazo le rodeó la cintura. Ella creyó estar soñando, por lo que aún adormilada, comenzó a acariciar el brazo que la rodeaba con cariño, sintiendo la suavidad del pelaje ba... Esperen, ¿pelaje?

-- Milk. --la intensa y masculina voz que tan bien conocía le susurró al oído, haciéndola abrir los ojos y levantarse alarmada de la cama.

Con el corazón a mil, rápidamente encendió la luz de la habitación, permitiéndole ver con claridad al increible espécimen frente suyo.

-- ¿Go-Goku? --jadeó impresionada al verlo, ya le había visto en esa transformación antes, cuando usó la teletrasportacion para salvar a todos, pero nunca llego a detallarlo o admirar con atención.

Goku suspiró decepcionado y se levantó de la cama, colocandose de pie frente a ella.

-- Lo siento, pensé que solo estabas enojada porque no pude volver a ser adulto. Pero con el Super Saijayin cuatro puedo hacerlo, aunque un poco distinto. --meneó la cola al terminar de hablar, y Milk retrocedió un paso impactada.

Esa era su voz, si, era él. Aspiró profundo antes de acercarse y acariciar levemente el pelaje en su hombro, luego admiró la abundante mata de cabello negro que caía libremente hacia todas direcciones. Lentamente continuó acariciando hasta que su mano terminó en su mejilla, mientras sus ojos conectaban con aquellos increibles orbes dorados que observaban cada uno de sus movimientos con intensidad. Goku se inclino hacia el delicado toque, y pasó una de sus brazos al rededor de su cintura, acercando su cuerpo al suyo hasta que no hubo espacio que los separara.

Fue entonces que Milk notó lo alto que era ahora, incluso más que antes. Era una transformación intimidante, pero cuando Goku le sonrió, mostrando a los crecidos colmillos que coronaban el aspecto salvaje que ahora poseia, casi podía ser aterrador. Y sin embargo, a ella solo le produjo un cosquilleo en su vientre bajo, junto al agradable revoloteo en su estómago y el corazón acelerado, como si aún fuera aquella adolescente enamorada a punto de tener su primera vez.

-- Goku.

Ella susurró, antes de que Goku acabara con la distancia que los separaba uniendo sus labios en un beso hambriento, plagado del deseo que los consumía a ambos el uno por el otro.

Porque sin importar cuánto tiempo pasara o la edad que tuvieran, siempre se demostraban su amor como la primera vez. Y también, sin importar que Goku pareciera un niño en ocasiones, solo a ella sabia demostrarle lo contrario.

(.........)

Goku estaba en la terraza junto a Gohan, sonriendo al ver a la distancia cómo su nieta Pan y Giru se reencontraban, mientras que Milk ayudaba a Bulma a poner las mesas y la comida que serviría para compartir con sus amigos y celebrar su victoria contra Beby.

-- Después de todo, Goku se quedó siendo un niño. --le había dicho Bulma a Milk, mirando de reojo al susodicho en la terraza.

La pelinegra sonrió antes de responder.

-- No importa, grande o pequeño Goku siempre seguirá siendo el mismo. --dijo con alegría mientras continuaba en su labor.

Y era la verdad.





📌Ñee, siento que no me salió como quería pero no está mal, ojalá y les haya gustado.

Por cierto, triste que nadie adivinara, estaba fácil, creo que nada describe mejor a Goku que la palabra Niño, porque él se verdad la mayoría de las veces se comporta como uno, aunque no lo sea.

Ya pues, la letra O está difícil, esta si que nadie la va a saber.

Nos leemos.

Gochi de la A a la Z. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora