L de Lágrimas.

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Como casi todas las noches, después de que Gohan y Goten se fueran a dormir, Milk se quedó a lavar todos los trastes sucios que habían quedado de la cena.

Pero quizás era porque ya estaba tan acostumbrada a eso que, no se percató en ningún momento de que aún faltaba alguien más por irse a la cama, de que ya no se quedó sola en la cocina. De que había alguien más haciéndole una compañía que estuvo ausente durante años.

Para ella había sido tan inesperado, que cuando Goku envolvió sus brazos al rededor de su cintura, se sobresaltó tanto que dejó caer el plano que estaba lavando en el suelo, haciéndose añicos por el impacto. Ninguno prestó atención al utensilio roto.

Milk se sintió desorientado por un momento, sentir la dureza de los brazos que la envolvian, la calidez del cuerpo junto al suyo, la respiración en su cuello... Era real, tardó unos segundos pero lo procesó bien, aquello era real, su esposo estaba allí, con ella, vivo. Respiró profundo conteniendo un sollozo, pero fue inevitable que las lágrimas escaparan de sus ojos.

Goku la abrazó más fuerte, pegándose totalmente a ella, percatandose en ese instante de cuánto la había extrañado, de cuanta falta le había hecho tenerla de ese modo, junto a él.

Ella se dio vuelta entre sus brazos, enterrando la cabeza en su pecho y sus manos aferrandose con fuerza del traje anaranjado que por tantos años usaba. Goku tragó grueso mientras la apegó aún más a el, siempre detestó verla llorar, un peso le oprimía el pecho mientras la culpa lo embargaba por completo. El sentimiento de culpa al verla llorar por su causa, junto a la emoción de poder tenerla junto a él una vez más, después de siete largos años, hicieron que un nudo se formara en su garganta.

Milk tomó una honda bocanada de aire para recuperar el aliento, una vez sus sollozos cesaron, observó a su esposo con los ojos brillantes, mientras el miedo de que todo fuese un simple sueño la abrumaba.

-- ¿E-estas aquí? --la verdad aún le era difícil de creer.

Él le sonrió con cariño y llevó una de sus manos a su mejilla, obsequiandole una caricia que le derritió el corazón.

Había pasado mucho desde la última vez...

Bajó la mirada de sus ojos hacia su pecho, y con sus manos otorgó suaves y nerviosas caricias por todo el torso hasta su cuello. Sintiendo una vez más la dureza de sus músculos contra la suavidad de sus pequeñas manos.

Era real...

-- Si, Milk, soy yo. --su voz fue casi un susurro, pero lo suficientemente audible para ella, mientras que una sola lágrima se escapaba sin su consentimiento. Milk lo volvió a mirar a los ojos-- Ya estoy en casa.


📌Ay, me puse melancólica y salió esto. Me quedó bonito, espero y les haya gustado, Y creo que le haré algo así como una continuación, pero será en la letra R.

Por cierto, triste que no lograran adivinar la L, aunque creo que no estaba tan fácil, ¡pero la M si es obvia! Vamos a ver quién llega a adivinar primero!!

Nos leemos.

Gochi de la A a la Z. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora