Síndrome de Estocolmo "shigadeku"

Capítulo 6. Estocolmo

El amor es ciego, demasiado para mi parecer, mis sentimientos son un lio, no me entiendo, quiero ayuda, un estruendo se hizo presente y una batalla se libró, por fin soy libre me estoy volviendo loco, al final del túnel miro dos luceros rojos hermosos me apresuro hasta donde están y me abalanzo hacia ellos y bingo son los ojos que tanto quise ver, cuando deposito un beso en tan anhelados labios, Kacchan me recibe devolviéndome el beso, me siento feliz de verlo de que por fin estoy con él, pero cuando veo detrás de el están los otros luceros carmesí, tirado en un charco de sangre, de mis ojos salen lágrimas, me separe de Kacchan y cuando me acerque todo se nublo, él estaba muerto, pero por que lloraba, yo no lo amo pero porque, ¿fueron las pláticas y el sentimiento de que alguien me entendía por fin?, no, esto no es posible pero me duele...

Me aferro al cuerpo inmóvil de mi captor aquel que me hizo sufrir, pero mi corazón se parte, porque me duele que el muera, ¿yo lo amo?... él no debe morir... no es, simplemente fue incomprendido.

Grito por ayuda, pero nadie me hace caso, el me entendía, así como yo lo entendía, quería salvarlo... yo quería estar con él, POR QUE NADIE ME AYUDA, EL SE ESTA MURIENDO... yo me prometí salvarlo... yo prometí quitarle la soledad que tiene en sus ojos, yo quería quedarme con él...

Por favor no quiero que muera, mis ojos se inundaron de lágrimas y empecé a llorar como un niño en el pecho helado de Shigaraki, solo no quiero que me deje solo... no quiero sentirme solo otra vez... por favor no mueras...

Me levante exaltado con lágrimas en los ojos, todo estaba oscuro a excepción de una tenue luz que se encendió vi sus ojos de un intenso rojo, me detuve a verlo y más lagrimas salieron de mis ojos, sin pensarlo lo abraze, tenía miedo.

- Pero qué diablos te pasa maldito mocoso – y ahí estaba lo que quería confirmar, todo lo anterior fue un sueño, todo había sido un maldito sueño, y me di cuenta de mi error.

Uno. Lo estaba abrazando como si nada, dos. Qué diablos estaba soñando, tres. Como diablos puedo pensar eso, yo no estoy enamorada de él, solo fue un tonto sueño, pero de lo que si estaba seguro es que lo quería salvar, si eso implica arriesgar mi vida lo haría.

- Lo siento, tuve una pesadilla, no quise molestarte y despertarte de paso – su aroma me calmaba ese olor a menta con chocolate, me encantaba, sentí suaves palmadas en mi espalda como tratando de consolarme, aproveche que no me alejaba y lo abraze con más fuerza, el contacto de nuestra piel me calmaba, no me importaba si estábamos desnudos, el simple hecho de poder tocarlo me relajaba, estuvimos unos minutos así.

Levante mi vista y me tope con esos ojos carmesí que lo tapaban varios mechones de cabello el me empujo hasta quedar recostados, pero sin soltar el abrazo, me apego a su pecho, el separo unos mechones de mi cara y acariciaba mi espalda, mi omega se sentía maravillada por las carisias, pero había algo más a mí también me gustaban, inhale un poco de su olor y me quede profundamente dormido.

A la mañana siguiente, me desperté de golpe al oír un ruido bastante fuerte y la puerta abrirse de golpe.

- ¡Tomu-chan!, Izuku no está, no lo encontramos por ningún lado, ya lo buscamos, pero no aparece – la chica entro gritando y detrás de ella estaban los demás integrantes, me senté de golpe en la cama al oír los gritos, me asusté por lo repentino que fue, Shigaraki se levantó irritado por los gritos de su aliada

- Ya cállate loca, haces demasiado ruido – vi como todos los ojos se posaron en mí, y Toga al verme de un rápido movimiento se tiro y me abrazo

- Pensé que habías escapado, nos preocupaste demasiado, pero al parecer estabas con el gruñón de Tomu-chan, pero sí que es una sorpresa - Toga se alejó de mí y rápido caí en cuenta que estaba desnudo y rápidamente me apresuré a taparme