Capítulo 9. Un Adiós

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Narra Izuku.

El tiempo iba corriendo, la verdad me había dado un poco por vencido que me estaban buscando, además la vida aquí no era tan mala después de todo, me acostumbre, aunque unos días antes "Sensei" pidió que se me volviera a torturas, vi un gran cambio en la liga, se resistían mucho a la hora de torturarme, de alguna manera u otra vi que ya no me querían hacerme daño, pero no podían ignorar las palabras de su sensei, así que las torturas se hacían en la mañana por un lapso de tiempo corto después ellos mismos me curaron, en la noche entrenábamos, me había vuelto bastante fuerte en ese lapso, incluso ya podía derrotar con facilidad a Dabi que era el que más problema me causo cuando comenzábamos a entrenar, al único que no le puedo ganar ni en sueños era a Shigaraki, debía de admitir que tenía una habilidad sobrehumana a la hora del combate.

Llego navidad, aunque para la liga no era una celebración importante, simplemente todos se tomaron el día libre, hicieron intercambio de regalos gracias a Toga que no dejo de insistir en el tema, yo recibí un par, y no debo de describir mucho el regalo de Shigaraki...

Esa noche, lo que comenzó con una charla bastante amena, pasaron de besos y caricias, el cuarto se comenzó a calentar de apoco, los besos de Shigaraki eran más lujuriosos, sabía que era lo que quería, pero a quien engañaba yo también lo deseaba, era el regalo perfecto.

Narrador.

El pecoso enrollo sus piernas en la cadera de Shigaraki, el mayor comenzó a acariciar la blanca piel de su amado, con el poco tiempo que convivieron, la piel del pecoso se volvió su tesoro, algo que no podía ser remplazado, y sus labios para él era un delicioso postre, con cada caricia el pecoso se derretía en los brazos del mayor, parecía como si el tiempo se detuviera en esa burbuja de amor

El mayor despojo de sus prendas a su amado y comenzó a dejar marcas por toda su piel, bajo a su pecho y comenzó a jugar con sus pezones que se endurecían al tacto cálido de la lengua de Shigaraki, los gemidos no se hicieron esperar, bajo hasta sus muslos y dejo marcas en cada uno mientras jugaba con la erección del pecoso

Después de los juegos previos Shigaraki se abrió paso dentro del estrecho agujero del pecoso, este dio un gemido bastante pesado, a lo que Shigaraki opaco con un beso para que el cuerpo del pecoso se acostumbrara al intruso dentro de él, Izuku movió sus caderas en busca de más contacto, Shigaraki sonrió y lo comenzó a embestir suave mientras subía de a poco la intensidad encontrando el punto dulce del pecoso, Shigaraki ya sabía dónde era más sensible el pecoso, se aprendió de memoria el bello mapa del cuerpo de su amado.

Las embestidas se hicieron más fuertes y los gemidos de Izuku aumentaron, el pecoso se aferraba a la espalda de Shigaraki dejando rasguños en su piel, mientras gritaba su nombre, para Shigaraki era como música para sus oídos.

Las embestidas se hicieron frenéticas, por lo cual el clímax se acercaba, para los dos, una fuerte embestida hizo que el pecoso se corriera en el abdomen de ambos, y varias embestidas después Shigaraki deposito su semen dentro del bello cuerpo de su amado, los dos se recostaron y regularon su respiración mientras un "feliz navidad" salía de la boca de Izuku antes de caer dormido en el pecho de su novio.

Narra Izuku

Llego enero, y todo seguía con la rutina de siempre, aunque para mí no era molestia me había acostumbrado a todo...

- Oye Izu-chan no crees que estas comiendo demasiado – vi mi plato y no me había percatado que ya era el tercero plato que comía, la verdad hace días que mi apetito creció

- Mmm... Tal vez, pero es porque he estado usando demasiado mi quirk y gasta demasiada energía – me sonroje, la verdad es que si había estado comiendo demasiado, pero era algo normal Toga me sonrió y me dio un "está bien solo cuida de no engordar", aunque sería imposible con el hecho de que entreno demasiado

Síndrome de Estocolmo "shigadeku"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora