Capítulo 8. El Tiempo Pasa

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Mientras en la UA

- Como es posible que no lo encuentren, lleva meses desaparecido. Como es que perdieron la fe, él no está muerto, EL NO ESTA MUERTO.

- Calmate Bakugou, hacemos lo que podemos, pero las cosas se complican cada vez que estamos cerca de la guarida ellos desaparecen – Aizawa estaba molesto, las autoridades hacían poco, él también quería negarse a que su alumno estuviera muerto.

El salón de clases estaba sumergido en una profunda depresión, la sonrisa del pecoso iluminaba ese lugar, pero incluso Bakugou que era ruidoso, no hablaba las ojeras en sus ojos eran evidentes come poco y estaba muy distraído, a menudo se la pasaba en el cuarto del pecoso, se negaba a salir de ahí y por las noches se escuchaba su llanto, sin duda a él era el que más le afecto.

Se culpaba a si mismo de no haber marcado a su precioso omega cuando este se lo pidió, como pudo ser tan estúpido, le prometió protegerlo y nunca soltarlo de nuevo, pero fue débil.

- No te preocupes Deku, te encontrare, me volveré más fuerte...

Esa noche fue la última que lloro, a la mañana siguiente todo su ser se llenó de determinación iba a encontrar a su omega así le costara la vida, su temperamento volvió, pero no como antes, parecía haber madurado, comenzó a entrenar hasta caer, sus compañeros se le unieron no iban a abandonar a aquella persona que iluminaba todo su universo

- ¡POR DEKU! – la voz de Bakugou se escuchó en la punta de la montaña que escalaba con sus compañeros por parte de su entrenamiento.

- ¡POR DEKU! – Gritaron todos al unísono levantando un puño al aire acompañando a Bakugou.

Pasaron días y la clase 1-A parecía que rinda frutos a mas no poder, pasaron a ser la mejor clase de toda la escuela, sus notas eran excelentes y no digamos las habilidades en combate, eran llamados la clase prodigio.

¿Pero esas habilidades en verdad los iban a preparar con el golpe de la realidad, cuando se enteraran de todo?

- Es hora de ponernos en marcha – dijo Aizawa repasando el plan como por decima vez a sus alumnos, estos se volvieron parte de la "operación rescate valle verde" y estaban listos por fin a salvar a su amigo.

- ¡Por Deku! – Gritaron todos poniendo las manos en el centro y alzándolas al aire, y así es como la operación comenzaría a dar inicio.

Pero que pasara cuando la realidad de la situación los golpee...

Mientras tanto en la guarida.

Narra Deku.

Pasaron los días habíamos estado ocultando nuestra relación de los demás integrantes de la liga, pero debo de admitir que se siente mejor tener buenos tratos.

Como todas las noches estábamos entrenando, por ahora puedo resistir bastante a los ejercicios sobrehumanos de Shigaraki, aunque el castigo no estaba nada mal, tener sexo si no sigo sus instrucciones no era malo.

- Oye Izuku, ¿Cuándo es tu celo?, o ¿acaso que no te ha venido durante meses? - La pregunta me tomo desprevenido, Kurogiri me estuvo dando supresores a espaldas de él.

- No es eso... solo... estuve tomando supresores, es por eso por lo que no lo has notado – lo voltee a ver y parecía que se había enfadado, deje de hacer mis ejercicios y me acerque con cautela, por más que lo amara aun le tenía algo de miedo, pero para mi sorpresa me jalo y me sentó en sus piernas.

- Ya no las tomes... yo soy tu alfa, no tienes que reprimirlo – comenzó a besar mi cuello, mientras que susurraba en mi oído, lo admito se había vuelto más comprensible y cariñoso, había dejado de llevar a otros omegas, me comenzó a comprar cosas, bueno a robarlas mejor dicho, dejo de insistir a que me uniera o le dijera algo del OFA, sabía que con cada día iba a ser más difícil separarme de su lado...

Síndrome de Estocolmo "shigadeku"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora