VII

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"𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓é 𝒔𝒊𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 𝒕𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒅𝒐, 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒕𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐"

Leedo y Xion se quedaron en la entrada de la casa de los Yeo hasta que el auto arrancó, agitando los brazos para despedirse hasta que dejaron de verlos.

Con ambos sentados en los extremos de los asientos traseros, Youngjo no tardó en hacerle señas a Hwanwoong para que se sentará a su lado, y el chico no dudó en desabrochar su cinturón pasando al asiento del medio para abrocharse junto a su mayor.

-Te traje tus caramelos-Dijo Youngjo sacando una bolsita de la mochila a sus pies, Hwanwoong sonrió mientras tomaba los caramelos con envoltura rosa-¿Quieres escuchar música?

Hwanwoong asintió, masticando un caramelo, abultado sus mejillas de forma adorable; Youngjo conectó los auriculares a su celular, entregándole un lado al menor.

En su celular tenía dos pistas de música principales, una de él y otra de Hwanwoong, teniendo en el canciones de K-pop bastante alegres y pegadizas, ya que el mudo tenía cierto gusto por los grupos de chicas.

En cambio, la pista de Youngjo tenía hip-hop y rap, la mayoría en inglés, eso no quitaba que escucharán otras cosas pero siempre volvían a lo mismo.

Y así es como empezaron escuchando Russian Roulette de Red Velvet bajo la mirada de los padres de Hwanwoong por el espejo.

Youngjo miró por la ventana todo el camino y no le dió mucha importancia cuando Hwanwoong apoyó su cabeza en su hombro y se quedó dormido.

-Ravnnie-Llamó la señora Yeo, quién tenía sus apodos especiales para cada uno, el rubio quitó su único auricular para escuchar a la mujer-Woongie te quiere mucho ¿Lo sabes?-Supo que la mujer sonreía por el tono de voz.

-Y yo también lo quiero mucho Omma Yeo-Respondió Youngjo.

La mujer giró para mirarlo, con esa sonrisa maternal habló un poco más bajo que antes.

-Quiero que te quedes a su lado por más de lo que pueda reaccionar ante cualquier cosa que diga el médico ¿Sabes?-Las palabras lo extrañaron.

-¿Por qué?- Youngjo sonaba preocupado-¿Le pasa algo malo a Hwanwoong?-Sus ojos se escaparon al rubio sobre su hombro, quién se removió un poco.

-Es un tema algo delicado-Dijo la mujer al ver que Hwanwoong se movía y fruncía sus labios-Después te explico mejor.

Habían dejado las cosas en casa de los tíos de Hwanwoong, apenas en la entrada, dejando que el señor Choi se encargará de meter todo y volviendo a subirse al auto rumbo al médico.

Youngjo notó que el menor estaba bastante nervioso y tenso, por más que no entendía la razón acompañado de las palabras de su madre que tampoco le aclaraba mucho las cosas.

El peliplata pasó su mano sobre los hombros de Hwanwoong, acariciando un poco su cuello, el rubio lo miró y pronto la preocupación dejó de invadirlo, reflejando en su mirada tranquilidad.

-Todo está bien-Dijo Youngjo sonriendo levemente-Estoy aquí.

Hwanwoong sonrió y asintió, como diciendo "Lo sé"

Al llegar al consultorio médico el hombre los saludo a todos cálidamente y estrechó la mano de Youngjo cuando se presentó; Prosiguió a hablar con Hwanwoong, quien respondía en lenguaje de señas.

El doctor entendía casi todo lo que quería decir, pero solía dar unas miradas a la señora Yeo cuando se perdía, para que ella tradujera sus gestos.

A diferencia de la señora Yeo, el médico no le habla junto con señas al menor, lo hacía como si fuese una persona normal y Youngjo notó lo dinámico de la conversación si Hwanwoong no tenía que escribir todo lo que quería decir.

El hombre de bata revisó del menor su pecho, boca, garganta, oídos, reflejos, pulso y presión, para luego decir que estaba todo bien, le entregó una paleta a Hwanwoong y le comentó que sería mejor esperarlo afuera mientras él se encargaba de hablar con su madre.

La mirada de Hwanwoong fue automáticamente a Youngjo, quien hizo una seña para salir.

Luego de la visita al médico, Hwanwoong parecía más tranquilo, pero estaba mucho más callado en el sentido que respondía a todo lo que Youngjo decía con la cabeza, sin escribir nada en su cuaderno.

Eso ofendió y preocupó un poco al peliplata.

Minutos después la madre salió del consultorio despidiéndose del doctor, subiendo al auto, haciendo que los chicos fueran tras ella e hicieran lo mismo.

En el viaje a casa, la señora Yeo dijo que a Hwanwoong le harían unos estudios de la garganta y del cerebro, cosa que me pareció raro y preocupante a Youngjo.

Eran mejores amigos, conocían todo del otro, pero nunca hablaron de la mudez del chico, era un tema del cual evadían y del que Youngjo desconocía en su mayoría.

Hwanwoong seguía distante pero volvió a sonreír cuando llegó a casa de sus tíos, saludando a una mujer de vestimenta extravagante y a un hombre que lucía mucho mayor en comparación a esta.

La mujer se presentó ante Youngjo como Sunmi, pidiendo que no la tratara formalmente porque la hacía sentir vieja, resultó ser una mujer muy parlanchina, haciendo que Youngjo comparara su personalidad con la de su amigo Leedo.

-Entonces, Kim Youngjo-Dijo la mujer en cierto punto de la casa-¿Cómo conociste a Hwanwoongie?

-Escuela, somos compañeros de clase-Respondió.

-Kim es muy bueno con Woongie-La señora Yeo tenía una sonrisa-Siempre le regala cuadernos para que pueda hablar.

Hwanwoong pareció avergonzarse, bajando la cabeza concentrándose en masticar; Youngjo lo notó, pero considerando la distancia de ambos prefirió no hacer nada.

-¿No habla con señas?-Sunmi abrió los ojos como platos, pasando su mirada de la señora Yeo a Youngjo, ambos negando-¿Nunca aprendiste?

-No es necesario hablar con señas para comunicarme con Hwanwoong-Comentó Youngjo un poco molesto-Si él quiere hablar de algo lo escribe. Si yo quiero decir algo, él me escucha. E incluso si no decimos nada, nos entendemos-Sunmi asintió.

-Te comprendo Kim, pero lo que digo... En todo lo que conoces a Hwanwoong ¿No sabes nada del lenguaje de señas?

Youngjo negó, La tía pareció decir algo pero Hwanwoong intervino haciendo una seña y la mujer cerró su boca, dejando de lado el tema.

¿Para qué seguir generando incomodidades de todos modos? Ese era su forma especial para comunicarse, y Hwanwoong no podía estar más encantado con ello.

¿Para qué seguir generando incomodidades de todos modos? Ese era su forma especial para comunicarse, y Hwanwoong no podía estar más encantado con ello

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