XXVI

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"𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒊𝒅𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒄𝒐𝒃𝒂𝒓𝒅𝒆, 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒕𝒆𝒈𝒆"

Ni Hwanwoong, ni su madre se dieron cuenta en el momento exacto, pero terminaron hablando en señas por las lágrimas.

En un principio Hwanwoong había entrado en pánico, porque no había hablado desde que despertó del viaje y esa sensación de ansiedad por perder de nuevo su voz, lo había dejado inmóvil en el asiento del coche.

Youngjo se había dado cuenta automáticamente de aquello, lo había abrazado con fuerza mientras dejaba caricias en su espalda y sus cabellos morados, calmando al menor con voz dulce.

-Sabes de dónde viene tu voz, Woongie, lo recuerdas-Sintió al chico asentir, con el rostro escondido en su hombro-Ya no eres mudo, puedes hablar, sabes cómo hacerlo, confía en tu voz.

Hwanwoong tardó un momento en hacer un sonido afirmativo, haciendo sonreír a ambos, Youngjo besó sus labios una última vez, saliendo hacia el frente de la casa, donde Seoho ya estaba tocando la puerta.

Del resto, casi no entendieron nada de las palabras de Hwanwoong y tampoco de la señora Yeo, entre las lágrimas, la emoción y esa adorablemente torpe y añiñada forma de hablar del menor, las palabras dejaban de ser eso, para convertirse en gestos de cariño.

Así que ahí estaban, madre e hijo hablando con señas mientras lloraban con una sonrisa en sus rostros.

Seoho pareció atender su celular con ganas, sonriendo. Había pasado un largo rato desde que habían llegado, casi un par de horas, por lo que seguían esperando, habían recibido un mensaje de Leedo, informando que ya habían conseguido un viaje de regreso, tanto para él, como para Dongju y Keonhee, diciéndoles que los esperaran, para festejar todos juntos.

-¿Keon?-Preguntó el mayor con una sonrisa-Ya están a unas cuadras...-Informó, mirando a Youngjo, quien tenía a Hwanwoong sobre sus piernas, los tres acomodados en el sillón de la sala, mientras la señora Yeo preparaba café-Oh, nos quedaremos un rato, ven y...-Su voz se fue callando de a poco, su sonrisa se borró-Irás con Kanghyun-La decepción en el tono de Seoho hizo que la pareja lo mirara con atención, llegaron a escuchar un "Volvió de sus vacaciones en Estados Unidos y quiero verlo"...Desde la distancia donde estaban, Seoho mordió su labio, bajando la vista-Oh, bien...No, no, no me pasa nada, diviértete-Su sonrisa fue tan falsa como su tono alegre-Te veo...Oh, si, que te pasarás unos días con él, bien... Te veré pronto entonces, sí...Adiós Keon.

Seoho cortó la llamada, mirando la pantalla de su celular con un semblante triste , mientras Youngjo colocaba una mano sobre su hombro, en gesto de apoyo.

-Estoy bien, en serio-Habló el mayor mientras fingía otra vez una sonrisa-Yo...Estoy acostumbrado, está bien. Keonhee no me prestaría atención a menos que...No sé, me muriera.

-Hyung no digas esas cosas-Habló Youngjo con el ceño fruncido.

-Bien, quizás no tanto,quizás solo...Un accidente automovilístico grave, no sé, lo suficiente para que se haga una idea de lo que pasaría si me perdiera...-El Azabache se detuvo un momento-¿Estoy siendo muy dramático?-Los menores negaron.

-Nop-Contestó Youngjo-Pero sí, algo negativo.

Seoho suspiró con cansancio, sin querer hablar más, se levantó para ir a la cocina, por si la señora Yeo necesitaba ayuda con algo.

Cuando Keonhee llegó en compañía de los menores, Seoho le pidió a Youngjo y a Hwanwoong que le dijeran al mayor que no se encontraba en la casa, que se había retirado, mientras él se fue al baño, encerrándose allí.

El peliazul ayudó a Dongju a llegar hasta la casa, pasando el pasto y el pequeño escalón de la puerta, mientras Geonhak bajaba y cargaba con los bolsos de ambos, se quedó un momento hablando con la señora Yeo y para felicitar a Hwanwoong.

Había preguntado por Seoho y la casa había caído en un silencio incómodo, que de alguna forma hizo sentir mal a Seoho, hasta que Hwanwoong negó, haciendo reaccionar a Youngjo, quién habló antes de que a su novio se le ocurriera que decir.

-Se fue hace un momento, dijo que volvería más tarde ¿Quieres que le deje tus saludos?

"¿O tus disculpas?" Pensó el rubio sin llegar a decirlo, mordió sus labios para evitar abrirlos y decir alguna tontería.

-¿O tu pack?-Añadió Geonhak, ganándose miradas extrañas por parte de los presentes.

-Creo agradecer no saber lo qué es eso-Comentó la señora Yeo, decidiendo salir de la estancia para dejar a los jóvenes hablar entre ellos.

-Esta bien, gracias-Keonhee seguía confundido, pero le sonrió al cenizo con una mueca.

-No hay de qué-Murmuró Leedo y Xion golpeó su pierna para que se callara, haciendo que una mueca de dolor apareciera en el rostro de su novio.

Keonhee se despidió, saliendo de la casa, Leedo cerró la puerta con un poco más de la fuerza necesaria, sobresaltando a los presentes.

-¡La puerta por favor!-Gritó la mujer desde la cocina.

-¡La puerta por favor!-Gritó la mujer desde la cocina

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