"𝑳𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒍𝒐 𝒎á𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆 ¿𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅?"
Cuando llegaron a Ansan, el señor Yeo condujo hacia el consultorio médico de la última vez, estando todo tal y como lo recordaban.
La señora Yeo bajó del auto para entrar al lugar directamente, dejando a los dos chicos descansando en el asiento trasero, apagando el señor Yeo el motor estando aún al volante.
El doctor había dicho que los atendería en cuanto vinieran y su estaba atendiendo a otra persona, terminaría con su consulta y luego entrarían ellos, pero no harían ninguna fila de espera.
Hwanwoong despertó de forma perezosa, viendo hacia afuera, pero la sonrisa de Youngjo lo distrajo y sonrió un poco también.
-Estas durmiendo mucho últimamente, Woongie-Comentó Youngjo, revolviendo un poco de sus rubios cabellos.
-¿Duermes mal o algo?
Youngjo creyó notar la mirada del señor Yeo por el espejo retrovisor al haber hecho la pregunta, pero el hombre se movió rápido para asegurarse, Hwanwoong simplemente negó.
-Cansado-Dijo solamente.
Youngjo notó el puchero en sus labios y el rubor de sus mejillas.
-¿Te duele la cabeza?-Hwanwoong asintió.
Youngjo acercó sus manos a su frente, sintiendo la temperatura, hizo una mueca.
-Tienes fiebre-Murmuró, Hwanwoong pareció sentir más dolor con escuchar esas palabras e hizo una mueca que hizo a Youngjo correr su mano.
Un golpe en la ventana hizo que ambos voltearse, encontrando a la señora Yeo haciendo señas para que se bajaran, aún adormilado, Hwanwoong se sostuvo bastante de Youngjo para caminar directo al consultorio.
El peliplata miró hacia atrás, viendo que la señora Yeo ya no estaba a su lado, notando que estaba hablando un momento con su marido.
Era como la quinta vez en la que el doctor revisaba la garganta, los oídos, la temperatura, el pulso y la presión del rubio, mientras le hacía preguntas que Hwanwoong respondía sin problemas.
El doctor sonreía complacido, impresionado por su habla, un poco preocupado por la fiebre del chico, pero aún así bastante feliz y de nuevo, al igual que la última vez, le dió una paleta, la cual Hwanwoong guardó en su bolsillo, le pidió a los menores salir para que así él pudiese conversar con la señora Yeo.
Youngjo notó que Hwanwoong volvió a ponerse del mismo modo que la última vez, con la mirada baja e ignorándolo completamente, el peliplata no quiso decirle nada, hasta minutos después, aún esperando a la madre del chico, con ambos sentados en el auto, Hwanwoong había empezado a llorar.
Preocupado, Youngjo lo abrazó, acariciando su cabello en un inútil intento por calmarlo.
-¿Que pasa bebé? ¿Por qué lloras? Dime, por favor...
El rubio señaló su cabeza, aún con el rostro escondido en el pecho del mayor, intentando calmar su llanto al escuchar lo preocupado que estaba su novio.
-¿Te duele mucho?-Preguntó de forma suave mientras mecía un poco al menor, Hwanwoong tardó un momento en responder hasta que asintió en su pecho.
Lo acunó aún más sobre él, intentó recordar cuándo había sido la última vez que había tomado el medicamento, sin más nada para calmarlo, intentó reconfortarlo con su abrazo y sus besos sobre la coronilla y la cabeza del menor.
Cuando los padres de Hwanwoong salieron del consultorio, el señor Yeo estaba más serio de lo normal y la señora Yeo parecía congestionada, con la nariz rojiza y los ojos hinchados.
Youngjo quiso preguntar qué pasaba, pero se mordió el labio, parecía un tema que debería hablar con la señora Yeo en privado
-Niños ¿Se trajeron la ropa que les pedí?-Preguntó la mujer, su voz sonaba algo rota, Hwanwoong asintió al mismo tiempo que Youngjo respondía con un "Si"-Creo que nos quedaremos unos días-Comentó-Ahora el doctorado me dió unas órdenes para unos exámenes, iremos por unos estudios de sangre en estos momentos ¿Si?
Youngjo volvió a responder con el mismo "Si", aunque Hwanwoong ya no parecía querer decir nada, el señor Yeo arrancó el auto, andando con tranquilidad por la calle, mientras la señora Yeo sorbia su nariz con fuerza.
-Ravn-Lo llamó la mujer, teniendo como respuesta por parte del peliplata, un sonido afirmativo-¿Recuerdas lo que te pedí hace un año?-El chico tardó un momento en recordar.
Hace casi un año, cuando también había acompañado a los Yeo a los estudios, la señora Yeo le había pedido estar con Hwanwoong sin importar lo que pasara. Un poco asustado, Youngjo asintió, viendo el gesto la mujer por el espejo
-Te pido lo mismo está vez-Comentó.
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MUTE
Romance"¿Cómo le dices a alguien que lo amas si no siquiera puedes hablar?" Eso es algo que Kim Youngjo y Yeo Hwanwoong estaban dispuestos a averiguar Porque el amor no conoce de reglas, raza, estado social, género o enfermedad... Solo llega y espera flor...