XIV

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"𝑵𝒐 𝒅𝒖𝒅𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒊, 𝒏𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒛 𝒅𝒆 𝒅𝒂ñ𝒂𝒓𝒕𝒆"

-Se acercan sus cumpleaños niños, pero más el tuyo, Ravn-La señora Yeo colocó el plato con galletas sobre la mesa y tanto Hwanwoong como Youngjo se apresuraron a tomar una. El peliplata se encogió de hombros-¿Harás algo especial?

-Es solo otro cumpleaños.

-Cumples dieciocho, es un número especial, ya serás prácticamente un adulto.

-No quiero envejecer.

Youngjo hizo un puchero, haciendo reír a la mamá de Hwanwoong.

-Te falta para envejecer, pero ya creciste bastante-La señora sonrió con nostalgia, recordando el muchacho con ojos preocupados que conoció en una escuela horrible.

"Estás viejo pero sigues siendo lindo"

Hwanwoong le mostró su cuaderno, haciéndolo reír; El menor se sorprendió un poco cuando Youngjo tomó el bolígrafo en su mano y escribió debajo de el:

"Tú eres más lindo"

Hwanwoong se ruborizó escondiendo su rostro detrás de sus manitos, haciendo reír al mayor de ternura.

En el cumpleaños de Youngjo, incluso la mayoría de sus familiares de Yongin habían aparecido en su casa, donde apretaron sus mejillas y dejaron besos marcados con pintalabios por todo su rostro.

La sala y el comedor de su casa comenzó a llenarse más y más de gente, de regalos y bandejas de comida que su madre junto a la señora Yeo, se encargaban de preparar la cocina y ofrecer a todos.

Youngjo notó a Hwanwoong incómodo.

Con cada persona que entraba, más gente nueva y que no conocía, vió como su novio se encogía un poco más conforme toda la presencia y las voces que sonaban cada vez más fuerte para que se pudieran escuchar.

Leedo y Xion se quedaron todo el tiempo junto al chico mudo, Youngjo no podía pasar mucho rato con él por ir a pasar tiempo con su familia, que no veía desde hacía tiempo y habían viajado desde lejos por él.

Al momento en que las luces se apagaron, los invitados comenzaron a aplaudir y a cantar feliz cumpleaños para el mayor, Hwanwoong sólo podía cerrar los ojos con fuerza y tratar de controlar sus temblores.

No entendía bien qué le pasaba, pero toda esa gente lo abrumaba, no le gustaban las multitudes y tampoco que le robaran tanto tiempo con Youngjo.

El mudo no escuchó cuando Xion preguntó si estaba bien y tampoco cuando Leedo anunció que iría a buscar a su mayor, sólo sintió cuando este se inclinó hacia él, mirándolo con preocupación y Hwanwoong sólo pudo abrazarse a su cuello como un koala.

El mayor decidió ir hacia afuera, invitó a Leedo y a Xion para ir con ellos, pero avanzar con la silla de ruedas entre las personas era complicado y decidieron quedarse.

Así que terminaron ellos dos, con Youngjo sentado sobre el césped del patio y Hwanwoong sentado sobre sus piernas quien no dejaba de abrazarlo, escondiendo su rostro en su cuello.

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