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Su esposo sale de encima suyo para ponerse zapatos, luego desaparece en el pasillo, donde le escucha llamar también a sus hijos. Curioso y dispuesto a seguir con su principal conversación, no pierde tiempo en ir tras él, tomando en brazos a su hija cuando se la encuentra en el pasillo.

Encuentra a Jimin en la cocina junto a Youngsoo, su esposo está sonriendo tanto que comienza a parecerle sospechoso.

— ¿Qué estás tramando? — Pregunta Jungkook desconfiado.

— Como saben, me he sentido mal últimamente. Solo quería aclararles que estoy perfectamente bien, pero sí está sucediendo algo conmigo. — Jungkook traga saliva, viendo cómo su hijo arruga su frente tiernamente al estar confundido también — Jungkook, amor, puedes bajar a Sunhee y venir ¿por favor?

El policía obedece, besando la mejilla de su hija la deja sobre sus propios pies y se acerca a su esposo.

— Estás siendo raro. — Murmura.

Jimin se ríe.

— ¿Puedes decirme qué hay en el horno?

La pregunta es aún más desconcertante, a lo mejor Jimin estaba drogado o ebrio, aunque no olía a alcohol.

Jungkook decide seguirle la corriente, de esa forma podría averiguar qué demonios sucedía. Camina a la estufa y se agacha para ver la puerta del horno. Por lo que nota, está apagado, sin embargo hay algo en su interior que se ve medio borroso.

Jimin le incita a abrir la puertilla con un entusiasmo que resulta algo fuera de lugar. Sin embargo vuelve a seguirle la corriente, empuja hacia abajo del mango de la puerta hasta que deja expuesto el interior. Lo único que Jungkook encuentra es pan, un pedazo de pan demasiado esponjosos a la vista sobre las rejillas.

¿Era esto lo que tenía que ver? Definitivamente Jimin debía estarse dopando.

— Entonces.— Jimin sonríe mientras habla.

— Entonces... Adentro hay un pedazo de pan.

— Ajá. — Su esposo alarga la última letra como si esperara que se diera cuenta de algo.

Jungkook se endereza mirando en total confusión a Jimin, quien le observa expectante con una muy bonita sonrisa.

— Cariño – Jungkook lo sujeta por los hombros — ¿Te has estado drogando?

Youngsoo suelta una risotada tan grande que toma a sus padres por sorpresa. Jimin lo manda callar y Sunhee solo puede aplaudir sonriente. De hecho, ahora que lo nota, todos lucen emocionados, como si estuvieran esperando algo, pero ¿qué?

— ¿En serio no lo entiendes? – La mueca de Jimin lo hace sentir culpable, ¿había olvidado algún día especial? — Hay pan en el horno, Jungkook.

— Si, puedo verlo amor.

Jimin vuelve a reírse, pero parece ofuscado.

— ¡Voy a tener un hermanito!— Grita Sunhee, sin poder guardárselo por mas tiempo.

— ¡Sunhee! — Youngsoo la reprende.

A este punto Jungkook ha caído en total shock. No puede apartar los ojos de su esposo, yendo de sus ojos a su estómago, y de nuevo a sus ojos.

¿Qué dijo su hija? Algo de tener... ¿tener un qué? Un, un... Oh. Santa. Mierda.

— No. — Dijo Jungkook de repente.

— ¿No? ¿No qué? — Cuestiona Jimin.

— Yo... ¿qué? — Jungkook se lleva una mano a la cabeza, procesando la información lentamente.

ᴮʳᵉᵃᵈ ᶤᶰ ᵗʰᵉ ᵒᵛᵉᶰ 🌻 Kookmin 🌻 #3 Saga Lost LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora