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— Sigo sin creerlo.
— Creo que nunca lo harás.
Jimin se levanta de la cama para buscar un biberón.
— Es un bebé muy lindo. — Jungkook lo toma en sus manos y se da vuelta en la cama para acomodarlo sobre su pecho.
— Es idéntico a ti, por supuesto que es lindo.
— Lo es, ¿cierto? Una mini versión mía.— El bebé balbucea y trata de levantar la cabeza, sus ojos grandes y oscuros mirándolo con curiosidad.
Después de todo, Byul se parecía a él, una cosa pequeña y rechoncha creada por él.
A pesar de que ya habían pasado cuatro meses, a veces todavía parecía un sueño. Hasta que el bebé lloraba en la madrugada para un cambio de pañal o para comer.
— Entonces esto sientes con Soo y Sunhee, al verlos y verte reflejado en ellos – Jimin llega a su lado entregándole el biberón, su delicada mano acariciándole la mejilla rasposa por la barba creciente — Es... increíble.
Su esposo se ríe de sus cursilerías, pero igualmente lo besa.
— Eres tan dulce – Vuelve a besarlo y después mira a su hijo, que estaba entretenido comiendo y viendo su manita, como si apenas se estuviera dando cuenta que tiene una — Y te ves caliente cuidando a Byul.
— Ya basta – Jungkook se ríe, haciendo rebotar la mejilla de su hijo, que suelta algo parecido a una risa — Dios, es tan adorable.
Lleva la mano libre a las mejillas abultadas, luego observa a Jimin.
— ¿Qué? — Pregunta ante el repentino silencio.
— Gracias.
— ¿Por qué?
— Por aparecer en mi vida hace dieciséis años.
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→LYLM ♡
Oficialmente esto ha terminado.
Muchas gracias de nuevo por todo el apoyo, ha sido muy interesante escribir esta trilogía y me llena el corazón dejarlos ir con un final bonito y lleno de amor que sé, se merecen.
Gracias por llegar hasta el final conmigo, como dije, espero se queden cerca y les agrade mis futuros trabajos.
