Capítulo 1: Algo Nuevo

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No lograba quedarme dormida. Miraba el techo de mi habitación sin parpadear por un largo rato.

Sentía que no iba a poder soportar estar un segundo más despierta.

Pero a pesar de eso, el insomnio permanecía.

Habían pasado tres noches que ocurría lo mismo, exactamente cuando la madrugaba comenzaba, un repentino frío empezaba a sentirse dentro de mi habitación.

Era extraño, debido a que siempre antes de ir a la cama, me abrigaba muy bien, casi de una manera exagerada.

Usaba una blusa delgada color roja para dormir. Encima de ella, una blusa con mangas que me daban un poco más de calidez. Aún así, me ponía un suéter café horrendo, que me regaló el abuelo en una navidad. Horrendo, pero en estos momentos era de gran ayuda.

Y a pesar de todo eso, a pesar de que tenía el pants de la clase de deportes, junto con mis calcetines  y encima de mi cuerpo un edredón...

Me estaba congelando.

No tenía la intención de contarles a mis padres sobre esto, ya que igual que en casi todas las ocasiones, ellos me ignorarían o lo tomarían como una alucinación más de mi parte.

Mucho menos pensaba en mencionárselo a Isabella... Mi hermana mayor. Quien seguro se encargaría de contarle a toda la escuela sobre 'su hermana loca y  tonterías'.

Bella cambió mucho cuando entró a la preparatoria y se convirtió en la hija perfecta para mis padres.

Moví mi cuerpo con tristeza hacía un lado.

En ese momento, sentí algo frío sobre mi hombro. Podría apostar que era la sensación de una mano helada.

Me levanté de un salto de la cama, rápidamente corrí a encender la luz y no había absolutamente nada.

Fruncí el ceño. La luz me lastimaba la vista. Pero a pesar de esto, podía ver con claridad que nadie estaba ahí.

Me dije a mi misma que tenía que descansar porque tal vez y sí... Sólo estaba alucinando.

Con tristeza al pensar en el rechazo de todos me dirigí de nuevo a la cama. Aún sentía frío, pero este ya no era tan incómodo, así que después de tanto, logré quedarme dormida.

-Hally...- Escuché a lo lejos. Era una nueva voz... Pero era muy hermosa. -Hally- Volvió a repetir la voz masculina.

Abrí los ojos hinchados por el desvelo y a lo lejos alcancé a ver una borrosa silueta.

Parpadee un par de veces para aclarar mi vista, mientras resobaba mis manos en mi cara, y cuando logré ver con claridad... No había nada.

Me encogí de hombros y le eché un vistazo al reloj de a lado.

"6:45 AM"

-¡No puede ser!-Refunfuñé con mi silenciosa voz.

No lograría llegar a tiempo a la escuela, es más ni siquiera lograría llegar.

Como pude, me vestí con lo primero que encontré y salí disparada de mi habitación.

Al llegar a la cocina, mi madre lavaba los trastes.

-Buen día- Saludé, antes de dirigirme a lavarme los dientes en tiempo record.

-Deberías aprender a ser responsable y levantarte más temprano- Me regañó ella.

-No podía dormir-Le expliqué aún con pasta dental en mi boca, mientras la buscaba con la mirada.

-De nuevo ese pretexto. Pensé que intentarías algo más- Dijo ella molesta, antes de empezar a secar los trastes.

DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora