Capítulo XXI: Te he elegido.

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Esa noche me acosté pensando en lo que había ocurrido con Daniel.

Aún no podía creerlo, pero Daniel me había besado.

Ahora sentía que la conexión entre él y yo era inquebrantable.

Toqué mis labios inconsciente de hacerlo y sonreí en la oscuridad.

Minutos después me quedé dormida.

Esa noche volví a tener pesadillas. Gritos, risas, llantos, pero en está ocasión algo diferente, escuché a la abuela decir "Hally, has venido a visitarme." y entonces abrí los ojos de golpe.

-Que sueño tan más extraño.-Murmure para mí misma. Desde que la abuela se fue al asilo no sabía de ella. No permitió nunca las visitas y yo dejé de llegar.

Como era de esperarse, tener pesadillas y levantarme abrumada me hizo sentir mareada y con nauseas y tuve que mantener los ojos cerrados con fuerzas para no vomitar.

Me levanté de la cama sin ganas para ir al trabajo. Era un día nublado. Las horas en "Endulza tú vida" se me hicieron eternas.

Estaba ansiosa por salir de aquí e ir al partido.

Mi turno terminó y salí casi corriendo para llegar a casa. En el camino comenzó a llover. A lo lejos escuché que alguien me llamaba por mi nombre pero no quise voltear, me estaba empapando.

Un leve jalón de brazo me hizo detenerme y dar media vuelta.

-¡Elliot!-Dije agitada. No era un buen momento para sentirme culpable pero lo hice.

Primero me había enojado con él por no haberme besado y segunda había traicionado el pacto del "tiempo" para tomar una decisión dándole un beso la noche anterior a Daniel. La lluvia cubrió mi rostro de vergüenza.

Elliot me miraba dolido.

-Hey!- Dije acercadome a él para ver más de cerca su rostro.- ¿Ocurre algo? ¿Estás bien?- Dude en decir lo siguiente pero lo dije- ¿Estamos bien? Es decir ¿Todo está bien entre nosotros?- Pregunté conteniendo la respiración.

-¿Nosotros?- Dijo él riendo con amargura.- Creí que ya nada existía entre "nosotros"- Dijo de repente cabreado.

-No entiendo...- Dije con hilo de voz.

-A ti no te importa ¿verdad?- Escupió las palabras y comenzó a caminar hacía un callejón donde podíamos cubrirnos un poco del agua.

Dude en seguirlo, pero finalmente lo hice.

-Elliot, ¿Qué pasa? Por favor, espera- Grité casi sollozando.

La poca gente que estaba a mi alrededor me veía como sí hubiera enloquecido. No me importo. Sabía que me veía vulnerable siguiendo a un chico. Pero no era cualquier chico, era Elliot.

Él se detuvo en medio del callejón y se volteó hacía mí. Pude ver el dolor en sus ojos.

-Tenía otra idea de ti Hally.- Dijo apretando los dientes.- Creí que entre nosotros existía algo especial. Pero veo que tu no opinas lo mismo.- Dijo severo.

Yo me quedé en blanco. No entendía el cambio rotundo de Elliot. Comencé a ponerme histérica.

-Elliot no entiendo que pasa, pero sí te hice daño discúlpame.- Le supliqué acercandome a él. Elliot retrocedió unos pasos más.

-No seas hipócrita Hally. A ti no te importa nada. ¡Dijiste que me querías! Dijiste que esperarías para tomar una decisión. Te di tiempo. No quise besarte porque sabía que sí realmente me querías no ibas a dejar que él pusiera sus labios encima de ti. ¡Pero lo permitiste! Confié en ti y me fallaste. Ahora sé que lo quieres a él y que siempre será él.- Finalizó sin haber hecho alguna pausa. Me sorprendió que no le faltara el aliento

-Todo esto es por ¿Daniel?- Pregunté incrédula. Era imposible que nos hubiera visto anoche así que tenía que haber otra explicación para tal comportamiento.

-Los vi besándose.- Dijo sonriendo con amargura.- No creí que el dolor fuera tan insoportable, no después de mi...- Se detuvo en seco, después se recobró.- Vi como lo mirabas. Era diferente, tu eres otra con él.- Refunfuño.

-No digas eso Elliot.- Dije con la voz ahogada. No supe cuando pero ya había comenzado a llorar.

-No llores.- Dijo él cerrando los ojos con fuerza y con un tono de voz menos fuerte al que había usado antes conmigo.

-Te quiero, pero también lo quiero a él. No estoy simplemente escogiendo entre alguien. Pero sí tendría que hacerlo...- Vacile y decidí que no era bueno tomar una decisión apresurada.- Como se te ocurre que voy a alejarte. Sí eres parte de mí. Tu me comprendes más que nadie y siempre estás cuando te necesito. No puedo hacer esto sin ti.- Dije vulnerable y era la verdad.

Recordé el viaje a casa en el autobús. Elliot tan cerca de mi a punto de besarme. Necesitaba saber que sentía. Necesitaba de una vez por todas tomar una decisión. Así que sin pensarlo dos veces me acerqé a Elliot y plante mis labios sobre los suyos.

Lo que sentí al besar a Elliot fue indescriptible. Me sentí maravillada.

El beso con Daniel había sido cálido, dulce y tierno. El beso con Elliot fue todo lo contrario. Frío, excitante y boraz.

El tiempo corría y el beso con Elliot se prolongaba. Millones de sensaciones recorrieron mi cuerpo, estaba aterrada y emocionada.

Supe en ese momento que mi corazón lo había escogido.

Me separé con la respiración entre cortada.

-El último hombre que pondrá un beso en tus labios.- Dijo besándome de nuevo. Está vez fue un beso corto y rápido.

Sentí hormigas recorrer cada centímetro de mi piel.

La lluvia cesó.

-Elliot se me hace tarde. Tengo que marcharme.- Dije frunciendo los labios.

-¿Irás con él cierto?- Preguntó con mala cara.

-Elliot, mi corazón te ha elegido ¿No lo ves? Pero no puedo simplemente dejar ir a Daniel. Él es un gran amigo para mí. No puedo arrepentirme de haberlos conocido. Ambos son importantes en mi vida. No te fallare de nuevo, pero no me alejaré de él. Espero puedas entederlo.- Dije inhalando una bocanada de aire.

-No le tengas lastima Hally.- Dijo Elliot burlón.

-No le tengo lastima. Lo apreció. Es una gran persona.- Lo defendí molesta.

Elliot rodó los ojos y alzó las manos.

-Está bien, como digas. Sólo espero no vuelva a intentar algo contigo.- Refufuño.

-Le dejaré en claro las cosas está tarde. Sólo amigos.- Dije mientras sentía como mi corazón se estremecía.

DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora