Amelia abrió la puerta y metió la caja, el arenero, el poste para rasguñar, y la bolsa de juguetes adentro.
-Pepy, ven pequeña bola de pelos, he traído juguetes para ti.
Se sentó en el suelo y sacó los diversos artículos. El gatito llegó arrojándose encima para ver lo que la alta humana estaba mostrando. Se recostó y observó mientras los paquetes fueron abiertos y los ratones falsos, bolsas de mordiscos para gatos, y los diversos juguetes fueron lanzados en una pila.
-Ya está, ¿ves? - dijo, completamente esperando que el felino saltará en la pila y jugara. Pepy hizo lo que haría cualquier gato, paso más allá del montón de juguetes para gatos y comenzó a golpear en los vacíos envoltorios.
-Hey, los juguetes están aquí.
Agarró la pequeña bola con la campana oculta adentro y la sacudió para conseguir la atención del gato.
-¿Ves? Juguetes aquí, basura allí.
Pepy miró eso, miró los envoltorios, y volvió a jugar con el transparente plástico.
-Bien, será de esa manera, mira si me importa - la desanimada mujer dijo, metiendo los envoltorios en el bolso de plástico. -Te conseguí una caja, y un arenero también, ¿crees que tu usaras eso?
-¿Mrrow?
-Eso es lo que pensé.
Se puso de pie, metiendo la bolsa del arenero bajo un brazo, la caja del gato bajo el otro, y se dirigió a la cocina.
-Setenta y cinco dólares en los juguetes y la estúpida cosa quiere jugar con los paquetes en los que ellos venían.
Puso la bolsa y la caja en la mesa. Una nota se sostenía en el refrigerador con un imán, Natalia le decía que se había ido por hoy, junto con instrucciones de cuanto tiempo la cena que había preparado debería estar en el microondas.
El agotamiento le pedía detenerse y descansar pero había ahí justo demasiadas cosas que tenían que ser hechas. Rápidamente instaló la caja arenera y la puso en el cuarto de servicio, dejando la puerta entreabierta de modo que Pepy pudiera ir y venir libremente.
Esa tarea fue hecha, Amelia a zancadas salió a la sala, descolgando el teléfono inalámbrico y marcó el familiar número en el camino.
-Seguros Ledesma, ¿en qué podemos ayudarle? -La fresca femenina voz en el otro extremo del teléfono preguntó.
-Marina Crespo, por favor.
-Ella está ocupada ahora mismo, ¿puedo preguntar quién está llamando?
-Amelia Ledesma. Interrúmpala, esto es importante.
-Un momento.
Oyó un clic seguido por el muy aburrido tono de espera musical que jamás había oído.
Tirándose en su sofá de suave piel marrón y quitándose sus zapatos, metió sus pies debajo de ella.
Pepy saltó fuera de la cocina y se subió a su lado.
-¿Mrrow?
-¿Qué quieres? - Preguntó, estirando su mano libre para rascar detrás de las orejas del gato. -Vamos a llegar a algo francamente apropiado desde el principio, ¿Ok? Compré un poste para rasguñar para ti. Los diez mil dólares del sofá están fuera del límite para tus garras, ¿lo entendiste?
-Mrrow.
El felino puso su cuerpo arriba en el muslo de Amelia y comenzó a ronronear.
-Amelia, ¿cómo estás?
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Amor Accidental
FanfictionEn esta historia un accidente provoca que dos completas desconocidas se enamoren, pero... Un accidente puede ser el inicio del cuento de hadas o sera que lo que mal comienza mal acaba. .Esta historia no es mia, la autora original es B.L Miller