Era bastante fácil para Amelia caminar dentro de la exclusiva boutique y seleccionar un vestido para sí misma.
Era completamente otra cosa seleccionar algo para que Luisita usara. Durante más de una hora se sentó allí observando a la modelo probarse diferentes combinaciones de blusas y faldas, pantalones de vestir, y vestidos. Nada parecía adecuado.
-¿Tal vez si me dijera exactamente lo que usted busca, Srta. Ledesma? -la gerente inquirió.
-No estoy realmente segura cómo explicarlo, pero ninguno de éstos funcionará -Amelia agitó una mano en el aparador de ropa. La mujer de edad miraba a su particular cliente y frunció el ceño.
-¿Qué pasa con ellos? Quizá podamos resolver lo que usted está buscando de esa manera.
-No hay nada mal con ellos solo que no son los adecuados -apretó el puente de su nariz. -Quizá sólo debería mirar alrededor y ver si hay algo que me guste.
-Por supuesto -la gerente de la boutique agitó su brazo. -La modelo que tenemos estará feliz de modelar algo que usted desee.
Amelia caminó a través de los estantes de las costosas prendas de vestir, apenas dándoles a cualquiera de ellas más que un vistazo de pasada. Entonces lo vio.
Metido en la esquina, casi lo pasó por alto y de hecho no estaba incluso segura que le hizo mirar en esa dirección. Extendió la mano y sacó el vestido para mirarlo. Justo una tonalidad que buscaba, la seda brillaba con belleza y suavidad. El tejido se reunía en el elástico de la cintura antes de ensancharse otra vez. Amelia imaginó que éste llegaría abajo de los tobillos de Luisita, fácilmente cubriendo los moldes.
-Éste -anunció, atrayendo la atención de la gerente.
-¿Le gustaría que nuestra modelo se lo modelara?
-Eso no será necesario. Éste es el que quiero -echó un vistazo en la etiqueta de la talla. -Sí, éste será perfecto.
*****
El jeep hizo su camino a través del tráfico de un día festivo. Un vistazo en el reloj de la radio dijo a la ejecutiva que eran casi las once. Había estado hasta ahora en la boutique y la joyería. Ahora estaba afuera en el centro comercial luchando con otros compradores por las pequeñas cosas que estaba necesitando, como regalos.
Estaba a una milla del centro comercial cuando una esquina llena completamente de árboles capturó su mirada. Desvió la Cherokee a la izquierda y pasó a través de los pasillos de pinos y bálsamos apoyados arriba contra los pasamanos de madera. Detectando a un vendedor, el bajo robusto comerciante corrió a su lado.
-¿En qué puedo ayudarle hoy?
-Quiero un árbol lindo lleno de brazos y una robusta copa -Amelia dio una desaprobadora mirada en el grupo delante de ella.
-Tenemos muy bonitos atrás -él dijo, gesticulando hacia los pinos más altos reclinados contra los eslabones de la cadena de la valla que corría a lo largo de la parte trasera del estacionamiento. -¿Qué tan alto es lo que usted busca?
La frente de Amelia se frunció mientras intentaba imaginar justo que tan alto los árboles en su casa normalmente eran.
-Alto. Más de ocho pies.
-Oh, bien entonces -sus ojos se iluminaron aún más y aceleró el paso. -Tenemos unos hermosos de nueve y diez pies.
Amelia ubicó un árbol de diez pies que parecía querer reventar de los lados las cuerdas que lo sostenían. El hombre llamó a su hijo para que le ayudara pero todavía necesitó un poco de ayuda de la fuerte mujer para acomodarlo en la parte superior del jeep. Destacaba sobre el frente, la cuerda blanca corría del árbol al frente de la defensa. Un par de cuerdas hicieron lo mismo en la parte trasera.
ESTÁS LEYENDO
Amor Accidental
FanfictionEn esta historia un accidente provoca que dos completas desconocidas se enamoren, pero... Un accidente puede ser el inicio del cuento de hadas o sera que lo que mal comienza mal acaba. .Esta historia no es mia, la autora original es B.L Miller