curiosité

16

La brisa ligera y fresca de la tarde acompañaba la caminata de ambos adolescentes, el silencio reinaba entre ellos como era habitual pero aún así la compañía del otro era más que suficiente.

-¿no te parece que el cielo esta muy hermoso hoy? - la dulce voz de el rubio llamo la atención del pelinegro-

- tienes razón -respondió mientras se daba el tiempo de observar detenidamente las nubes esponjosas en el cielo- no me había percatado de ello.

El silencio volvió a reinar durante todo el camino, de vez en cuendo y de manera sutil algunas sonrisas eran compartidas, y a casi dos meses de empezar a convivir cualquiera podría decir que se conocían de toda la vida.

- Acá tiene -le entrego el dinero al chico de la tienda de conveniencia y al voltear su mirada se encontró con Yeonjun sentado en la barra del lugar mientras movía sus pies de un lado a otro tal cual un niño pequeño haría. Después de pagar y agradecerle al cajero se acerco con cuidado y dejo el plato frente al rubio dándole los palillos correspondiente, este no tardó en sonreir emocionado y despegar los pedazos de madera para poder comenzar.

-¿no está muy picante? - pregunto el alto mientras miraba como el contrario devoraba sus fideos-

- esta perfecto -contesto suspirando de manera dramática haciendo reír al contrario- aunque talvez si tuviera un poco más sería el mejor del mundo.

-demonios, ¿como puedes decir eso? -pregunto mientras negaba- yo no tolero el picante, me quema la lengua.

- ¿no es eso su atractivo? - pregunto levantando una ceja pero recibio una negación seguida de una sonrisita del alto-

Al final, habían decidido no ir a espiar a su hyung en su "cita", en vez de eso hacer una pequeña caminata en el parque cerca de la tienda sonaba bien, la idea había sido de Soobin debido a lo intranquilo que sabía que estaba el rubio después de aquel sueño, talvez tomar aire y despegar las ideas le vendría mejor en ese momento.

- entonces, ¿dices que prácticamente nego sus sentimientos por su novio frente a sus padres? - Yeonjun observó como el chico a su lado asentía- ¡eso es una mierda!

Los ojos del pelinegro se abrieron de golpe al mismo tiempo que se atragantaba con su saliva, estaba tan sorprendido de oír una grosería salir de la boca del rubio- ¿como dices que dijiste?

- que es una completa mierda tener que ocultar quien eres, no se mucho de las relaciones modernas pero me parece algo muy egoísta de los demás buscar su comodidad a cuesta de cortarle las alas a otros -menciono molesto-

- me pasa igual pero, ¿desde cuándo dices tantas groserías? -pregunto el alto algo consternado con aquello-

- las digo desde siempre, es sólo que antes no lo hacía mucho porque no había confianza entre nosotros - menciono y aquello muy en el fondo ofendio al Soobin del pasado- pero en fin, espero que tu amigo logré arreglar las cosas con su novio y sus padres.

- la verdad es que hacen una linda pareja - menciono el alto- me gustaría tener un romance como el de ellos, sólo que sin la parte en la que mis padres se entromenten -menciono risueño- aunque bueno, yo ni papás tengo.

Yeonjun lo miro mientras levantaba una ceja.

-¿que? mis traumas mis chistes -la declaración del alto hizo reir al chico a su lado-

Durante esas dos horas aproximadamente la plática surgió de manera muy fluida entre ellos, habían terminado tan sumidos en los diversos temas que salieron a flote que se olvidaron completamente de que ya había oscurecido y debían regresar a casa.

-¿podemos venir a comer ramyeon otro día? - pregunto el príncipe mientras empezaban a caminar de vuelta a casa-

- claro, cuando iniciamos la escuela vendremos seguido a buscar alguna cosa para comer - menciono el alto- también podrás venir con tus amigos.