Estoy embarazada - One Shoot JK

FINAL

Mina

9:00 am

Toda la noche me la pasé sintiendo contracciones que iban aumentando en intensidad y frecuencia conforme pasaban las horas. No era insoportable, por eso no levanté a Kookie, pero ya tengo como una hora que en verdad me está costando trabajo seguir así. He estado anotando la hora y minutos en qué me dan y cuánto dura cada contracción. Tengo ya 38 semanas de embarazo, así que creo que esté chiquillo ya va a nacer.

De verdad que ya estaba sudando por todos los dolores, en eso Jungkook se empezó a mover y lo desperté.

- Mi vida - dije moviéndolo un poco - creo que es hora de ir al hospital. Me están dando contracciones cada 5 minutos.

Se levantó de golpe viéndome con sus ojitos de Bambi.

- Deja me visto rápido y nos vamos - me besó en la frente y agarró sus cosas para arreglarse. Luego nos bañaríamos, ahorita me urgía llegar al hospital. De mientras, en lo que él se cambiaba, le llamé a la ginecóloga para avisarle que todo lo que había pasado esa noche y que iba para el hospital. Ella me dijo que ya estaba en labor de parto, y que necesitaba estar ya en el hospital.

Nos apuramos, salimos de la casa y, afortunadamente, no había mucho tráfico. Llegamos al hospital, me recibieron en una silla de ruedas e inmediatamente me empezaron a preparar para el parto.

- Mina, como ya estás en labor de parto no hay tiempo para ponerte la bata, voy a inyectarte el bloqueo epidural para que no te duela tanto y ya, ¿okay?

- Si, está bien doctora.

- Okay. Jungkook, tu puedes entrar si quieres. Ahorita los enfermeros te darán la bata y las otras cosas para que puedas ingresar.

- Está bien doctora. - Nos volteamos a ver y me dio un beso en los labios. Después siguió a un enfermero para que se preparara.
A mí me metieron a la sala de partos. Estaban ahí un pediatra, mi ginecóloga, el anestesiólogo, dos enfermeras y algunos estudiantes.
Me inyectaron esa cosa, me acomodaron en la cama y entre todos me iban ayudando cada vez que pujaba. Entró mi esposo casi luego luego de que empecé a pujar. Tomó mi mano y cada vez que pujaba la apretaba para calmar un poco el dolor.

- Vamos Mina, tú sigue así. Ya mero sale.

Todos los médicos me animaban. No llevaba mucho así, unos cuantos minutos nada más.

- Ya mero mi vida, ya sacó la cabeza. Es lo último. - escuché a Kookie e hice mi mayor esfuerzo para que nuestro bebé por fin saliera por completo de mí.
Durante unos segundos no escuché nada, luego el lloriqueo ahogado de nuestra niña. Sonreí como tonta al oírla y mire a su papá. Él también estaba sonriendo de oreja a oreja.
Las enfermeras la limpiaron un poco y me la pasaron. Al tenerla en mis brazos una pequeña lágrima brotó de mis ojos. Estaba súper feliz.

- Es hermosa, como tú - miré a Kookie y él también tenía los ojos llorosos. Su mirada estaba fija en la bebé y acariciaba delicadamente su cabecita. - Muchas gracias mi vida. Gracias por todo - me dijo después de haber besado mis labios.

Me limpiaron, pesaron a la bebé y la midieron y se la llevaron a los cuneros.

— Mina me impresionante. Duraste 1 hora en parto, es muy poco la verdad. Felicidades. — la ginecóloga nos felicitó a ambos y después me llevaron a mi habitación. Tenía sueño así que casi luego luego de que llegué me dormí. Alcance a saludar a mis papás y a mis suegros y a algunos amigos que ya estaban ahí antes de caer como la Bella Durmiente.

Desperté como dos horas después cuando llegó una enfermera con mi bebé para que le diera de comer. Me la pasaron, me destape e inmediatamente mi niña empezó a comer. Tenia hambre.
Jungkook estaba a un lado mío y ya solo se encontraban nuestros papás ahí.

— Y ¿cómo le van a poner a la bebé?

Kookie y yo nos volteamos a ver antes de responder.

— Sun Hee.

Estuvimos platicando un rato más. Vi que había unos cuantos regalos en la habitación y me dieron ganas de ver qué eran.

Por lo que entendí, mi recuperación va muy rápido y mi bebita está totalmente sana. Así que mañana en la mañana nos darían de alta.

-- Time skip --

Kookie durmió conmigo en el hospital. Bueno, pero en el sillón.
Alrededor de las 10 de la mañana nos dieron de alta y justo acabábamos de llegar a la casa.

Pedimos comida a domicilio y ambos estuvimos muy al pendiente de Sun, como buenos papás primerizos poca idea teníamos de lo que había que hacer y llamamos muchas veces a nuestras mamás para preguntar cosas incluso insignificantes.
De cualquier manera, solo expresamos nuestro compromiso con nuestra hija y lo mucho que queremos que crezca bien. Sana y fuerte en todos los sentidos.

Ya había anochecido. Estábamos preparándonos para dormir y acomodé a Sun entre ambos.

— ¿Dormirá con nosotros?

— Por lo menos hasta la primera vez que coma en la noche, ya luego la pongo en el moisés.

Me acosté y ambos nos quedamos admirando con ternura a nuestra niña. Es hermosa.

— Es tan tierna, se parece a ti. — Me puse rojita por pena. Ahora tenía a mi propia familia y no hay mayor felicidad que está. En verdad que estoy demasiado agradecida con la vida por haberme dado tan buen esposo y una hija tan hermosa.

— Muchas gracias Kookie. Te amo.

— Yo también te amo.